Querer hacer una sociedad solamente con quienes aprobamos: esto es el fanatismo.
Alain
En plena competencia de idioteces con Juan Sandoval Iñiguez, Norberto Rivera Carrera y Hugo Valdemar, el vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua levanta la mano y dice: “A mi no me hacen menos”.
Opina Don Guillermo Prieto que abordar el tema de la “píldora del día siguiente” en libros de texto es un error.
Dice que la píldora es abortiva y a las pruebas se remite, ¿A cuales pruebas?, pues a las de la Fe, ¿acaso hay de otras?
Y después de semejante aseveración declara con desparpajo:
“Hay hechos y realidades que se tienen que afrontar como sociedad”.
Supongo que con esto quiere decir que es la sociedad quien tiene la responsabilidad de lidiar con los hechos y realidades, así la iglesia no tiene que demostrar lo que declara, que para eso “su reino no es de este mundo”.
Porque es un hecho comprobado que la “píldora del día siguiente” no es abortiva.
Pero como estas declaraciones por si solas no son suficientes para ganarle a Sandoval, Rivera y Valdemar, Prieto lanza su artillería pesada:
“En la actualidad el estado está abordando el tema de la educación sexual con información sexual y no se les está dando a los jóvenes un contexto de valores morales y principios humanos”.
!!!Pero a quien se le ocurre, enseñar educación sexual con información sexual!!!
En donde quedo la cigüeña, las florecitas y las abejas, las lechugas y los repollos, que alguien me diga que fue de Paris.
Es tan aberrante como enseñar anatomía queriendo meter en el tema al cuerpo humano.
Dice Don Guillermo que en México la educación es laica, pero que no significa que los principios morales deban estar ausentes.
O sea que una de dos, o el laicismo es inmoral y carente de principios o la iglesia tiene de alguna forma la exclusividad en cuestiones de moralidad (que novedad).
Pero la cosa no para ahí, sigue hablando que para eso el vocero de la Arquidiócesis tiene boca:
“..es importante que los padres de familia tomen su papel y la responsabilidad de fomentar los valores y principios humanos a sus hijos”.
De nuevo, no lo dice pero es obvio que se refiere exclusivamente a los padres católicos y a valores y principios católicos; los padres que pretendan fomentar valores y principios laicos favor de abstenerse.
Los representantes del estado mexicano que promuevan el laicismo ni son padres ni deben fomentar nada, a menos que sean primero católicos y después funcionarios y padres.
“Cuando el estado invade campos que no le corresponden (el burro hablando de orejas), los que pierden son la persona, la familia y la sociedad”.
Y la iglesia, y la familia tradicional conservadora, y los heterosexuales homofóbicos y los hombres misóginos y los seminarios y los curas pederastas.
Pero la frase con que cierra se lleva las palmas:
“Esto está contribuyendo a la descomposición social, les están fomentando un juicio a los jóvenes antes de que ellos tengan la capacidad de juzgar”.
Y lo dice el representante de una institución que busca adoctrinar a los niños desde la misma pila del bautismo; seguramente cuando empiezan las clases de catecismo, los niños que no jóvenes, ya tienen formado un criterio y saben juzgar que es verdad y que es mentira y si lo hacen tienen la libertad de corregir a sus maestros (aha).
No, si lo que le molesta a Don Guillermo no es la “píldora del día siguiente”, lo que en verdad le causa horror es la competencia y la posibilidad de perder la exclusividad en el nada sutil arte de lavado de cerebro.
!Animo Don Juan Sandoval, usted puede superar esto!
Juan Carlos Bujanda Benítez
Agosto 27, 2010.