Acabo de leer un post del blog de una amiga donde comenta que platicó con un amigo suyo que se dice escéptico casi ateo, y que le dio tristeza su actitud de desamparo por saber que no hay nada mas allá.
Esto me llevo a pensar en mi propia situación.
Según yo, soy existencialista, racionalista, empiricista y ateo; o como le llaman ahora: Humanista Laico.
Es decir, no creo en dioses de ninguna clase, ni en la vida después de la vida, salvo como abono.
Sin embargo, mi sentir no es de abandono, sino de esperanza, -mas no de fe- en el hombre que soy y el hombre que puedo ser.
Es cierto que al principio cuando te ves liberado de dogmas e imposiciones metafísicas, de pronto te sientes desprotegido y desprovisto de asideros que te den consuelo y seguridad.
Pero es un error volver a creer por la sola sensación de desamparo, seria tanto como decir:
Esto me llevo a pensar en mi propia situación.
Según yo, soy existencialista, racionalista, empiricista y ateo; o como le llaman ahora: Humanista Laico.
Es decir, no creo en dioses de ninguna clase, ni en la vida después de la vida, salvo como abono.
Sin embargo, mi sentir no es de abandono, sino de esperanza, -mas no de fe- en el hombre que soy y el hombre que puedo ser.
Es cierto que al principio cuando te ves liberado de dogmas e imposiciones metafísicas, de pronto te sientes desprotegido y desprovisto de asideros que te den consuelo y seguridad.
Pero es un error volver a creer por la sola sensación de desamparo, seria tanto como decir:
- “Esta bien, siempre si creo en el hada madrina porque me siento muy solo”.
En realidad esta actitud solo refuerza la razón por la cual debemos emanciparnos de la fe en aras de la razón.
Si creo en algo porque lo necesito o porque estoy acostumbrado, ¿no es por lo mismo una creencia o una fe auto impuesta o reinventada?
Aquí cabria la analogía del que recién aprende a nadar y no quiere meterse en aguas mas profundas por miedo a perder la seguridad de la orilla.
Pero ahora se que puedo nadar y que puedo ir mas lejos, para lo que necesito ejercitar mis facultades recién descubiertas.
Yo también me he sentido angustiado al saber que estamos solos y que nos inventamos nuestros dioses para explicar lo que tememos y no entendemos.
Pero seria un error volver a creer en algo solo porque es mas cómodo.
En vez de eso debería de ver cuales son las posibilidades de mis nuevas “revelaciones” o descubrimientos.
El llamado “vacío existencial” no es nada nuevo y les ocurrió a todos los seguidores de A. Camus o J.P. Sartre, pero de nadie mas que de nosotros mismos depende convertir este vació en desesperanza como E. Cioran o en humanismo optimista como B. Russell.
Yo elijo a Russell, elijo creer en el ser humano como arquitecto de su propio destino como decía Amado Nervo, o condenado a su libertad según Sartre.
Elijo pensar que esta es la única vez que pasare por este mundo (y por cualquier otro) y que por esa misma razón vale la pena ser lo mejor que pueda ser.
Un ser humano decente y virtuoso si quiero, porque tengo la potencialidad de serlo, y porque es más fácil ser lo contrario y sin embargo estamos hechos para hacer cosas difíciles.
Y no porque espere recompensas en alguna clase de paraíso, lo que me convertiría en algo así como mercenario de los valores.
Un ser humano que puede sentirse pleno y realizado porque puede hacerlo y no porque ese es su destino o un mandato divino.
Al amigo de mi amiga le diría: Que deje el salvavidas y siga lo que ya inicio, lo mas difícil ya lo hizo, descubrir que depende de sus propias potencialidades, y lo demás...tambien depende solo de el, como todo.
Claro que si falla y se ahoga, será solo su responsabilidad, pero si no se ahoga y descubre nuevos mundos, entonces será solo su merito; y las posibilidades son infinitas.
Pero si al fin de todo debo escoger una divinidad, siempre nos quedara Baco.
Juan Carlos Bujanda Benitez
Abril 12, 2006