noviembre 30, 2013

Las inferencias de Sebastián (el niño robado).

Sibi

No es la primera, pero si la más notable de las primeras inferencias en la corta vida del “esceptiquito.

- Ven Sibi, acompáñame a la farmacia, necesito comprar algo.

- Aquí te espero Papá.

- No te puedes quedar en el auto, tienes que venir conmigo.

- ¿Porque? desde allá me puedes ver.

- No, y aunque te viera, si me descuido te pueden robar.

- No me roban Papá, yo corro muy rápido, no me alcanzan.

- Yo sé que corres muy rápido bebe, pero si vienen dos o más personas si te pueden robar y yo me quedaría muy triste; ellos seguro te venderían con otra familia y crecerías creyendo que ellos son tus papas verdaderos y yo ya no te volvería a ver (inserte aquí música de violonchelo).

- Esta bien, te acompaño.

Después de volver al auto, el Sibi se queda pensando un rato y me suelta su inferencia en la cara:

- Papa, se me hace que tú me robaste de chiquito.

- ?????????????????????

- ¿Porque dices eso?

- No sé, me imagino.

Y así sin más volvió a sus juegos electrónicos y ya no me quiso explicar cómo llego a esa conclusión.

Después de reírme un buen rato, me quede pensando cómo llegaría a esa conclusión.

Supongo que si lo pude convencer de que es fácil robarse  un niño y venderlo a otra familia, también se ha de haber imaginado que por alguna razón yo era experto en eso.

Además eso le explicaría la diferencia de color, ya que según él, yo soy “cafecito y él es “blanquito”.

Pero lo más importante es que el Sibi ya está haciendo deducciones lógicas en forma de inferencias y eso me llena de orgullo.

Sé que no es algo fuera de lo normal en un niño de seis años y medio, pero lo que si es cierto es que ya está preparado para seguir por ese camino de pensamiento racional por el que prometí que lo iba a encaminar apenas viera que estaba listo.

Por lo pronto ya no cree en Santo Clos, dice que los juguetes se los traen sus papas pero los hace Diosito.

Un paso a la vez, no hay porque forzar la maquinaria, un mito a la vez.

Las herramientas ya las tienen, ahora hay que enseñarle a usarlas y el solo ira sacando sus propias conclusiones, que quizá no sean las que yo quiero por cierto, pero mientras pueda argumentarlas lógicamente, puedo vivir con eso.

Después de todo, creo que escogí bien a que niño robarme.

Juan Carlos Bujanda Benítez

Noviembre 30, 2013

mayo 31, 2013

Educando al Esceptiquito

IMG_0010

Fui por el Sibi al kínder y de camino paramos a comprar algo de comida chatarra en un Oxxo.

Ya con mi galleta de nieve en la mano y el Sibi con su Maruchan, cuando salía del estacionamiento, veo venir al parquero muy acomedido haciendo como que me ayuda a salir.

Tengo por costumbre no dar propina a los parqueros que no te hacen caso cuando llegas, pero que están muy puestos cuando ya te vas, así que ni caso le hice y seguí mi camino.

El Sibi: – Papá, ¿porque no le pagaste al señor?

Yo: – Porque no me ayudo a estacionarme cuando llegamos bebe, no se ganó su propina.

- Ah…

- Tenías que haberle dado aunque no te ayudara a estacionarte.

- ¿Porque?

- Porque necesita dinero.

- Ah, pero no hizo nada para ganárselo, no me ayudo.

- No necesitas ayuda, tú ya sabes estacionarte.

- !!!!! (Sin palabras, yo sin palabras pueden creerlo).

- Pero la gente necesita ganarse el dinero que les das, ¿porque debería darle dinero a alguien si no hace nada?

- Porque es pobre, y los pobres necesitan que les des dinero.

(Silencio incomodo, pensando que me habían cambiado a mi hijo por El Zorro versión infantil).

- ¿Sabes que con eso estas cosechando maldad?

- A cabron ¿porque? (hasta se me atraganto la galleta).

- Porque debes ayudar a los que no tienen dinero aunque no te ayuden a estacionarte.

- Ah, y a los que no te ayuden pero si tengan dinero, a esos ¿está bien que no les de nada?

- A esos si está bien que no les des nada.

- ¿Y cómo voy a saber quién tiene dinero y quien no? (eh, eh, eh).

- Pues pregúntales.

Al final no sé cómo resulto que mis acciones además de cosechar maldad también dañan la capa de ozono; demasiadas lecciones para una sola tarde.

Esta vez no me quedo muy claro quien está educando a quien, pero por lo pronto y desde ahora siempre daré propina me ayuden o no, al fin y al cabo quien soy yo para cosechar ozono y dañar la capa de maldad.

Juan Carlos Bujanda Benítez

Mayo 31, 2013.

marzo 29, 2013

El Sibi en la iglesia (Clases de religión 2).

- Papá ¿quién es ese ?

- Un ángel.

- ¿Esta muerto?

- No, es una escultura.

- ¿Y aquellos con la trompeta?

- Son arcángeles.

- ¿Son músicos?

- No, son...también esculturas.

- Ah, ¿y porque hablamos tan quedito?

- Porque la gente está rezando.

- ¿Qué es rezar?

- Es pedirle cosas a Dios.

- Ah, ¿y que le piden?

- Por ejemplo que no se enfermen sus hijos.

- ¿Y dónde está Dios, aquí vive?

- No exactamente, esta es su casa, pero no vive aquí.

- ¿Es imaginario?

Yo volteando a ver a mi Mamá que me observa con mirada de Hannibal Lecter.

-Este, no, pero las personas creen que está en todas partes.

- Ah, ¿y tú que le pides?

- Que tú no te enfermes (sintiendo la mirada de aprobación de Lecter; digo de mi Mamá), y que si te enfermas tenga medicinas para darte.

- Ah, pídele también que no sepan feo ok? Y que me traiga un Skylander.

- Es Dios no Santoclos.

- ¿Papá, quien es ese señor?

- Ese es Jesús, el hijo de Dios.

- ¿Y esa señora?

- Esa es María, la madre de Dios.

- ¿Y ese otro señor?

- Ese es José, el Papá de Jesús.

- ¿!!!Ese es Dios!!!?

- Mmmm, esteee, pregúntale a tu abuelita.

- ¡Abuelita!

- Shhh, guarda silencio, luego le preguntas (¿ah miedito?).

- Vente, vamos a comprarte una nieve, y esperamos a tus abuelitos afuera.

Juan Carlos Bujanda Benítez

Marzo 17, 2013.

Catedral de Chihuahua. Chih.

El Sibi y los marcianos (clases de religión 1)

Después de recoger al Sibi del kínder.

- Papá, ¿como son los marcianos?

- No lo sé, nadie los ha visto.

- ¿Pero si existen?

- Probablemente, pero hasta ahora nadie los ha visto.

- Ah, y si existen y vienen a la tierra, ¿nos matarían?

- No lo creo, al menos no a todos.

- ¿Y destruirían todo?

- No todo, pero a lo mejor si muchas cosas.

- Pero si lo destruyen todo, Dios lo volvería a hacer ¿verdad?

- No lo sé, ¿quién te dijo eso?

- La directora.

Yo pensando: “¿cuándo chingados metí a mi hijo a una escuela católica sin darme cuenta?”

-  (Yo) Ah, ¿y Dios volvería a hacer a los Arboles y a los animales y a las personas?

- Si.

- ¿Y a las casas, escuelas, autos y edificios también?

- No Papá, esos los hacen las personas (con mirada de “como eres guey Papá”).

- Oye Papá, y ¿quién hizo a Dios?

(!Ese es mi hijo!).

- Esa es una buena pregunta.

- ¿Y quién lo hizo?

- Pregúntale a la directora y luego me cuentas ok.

- Ok.

Juan Carlos Bujanda Benítez

(Papá del Esceptiquito).

Febrero 2013.

Creative Commons License

Creative Commons License
Creative Commons License  Bitacoras.com Círculo Escéptico Red de blogs Ateos