diciembre 18, 2011

Hitchens (1949-2011).

“Una vez que se asume un Creador y un Plan, eso nos transforma en objetos de un cruel experimento por el cual somos creados enfermos y se nos ordena estar sanos…(…) Y sobre nosotros, para supervisar esto, se instala una dictadura celestial, una especie de Corea del Norte divina, codiciosa, exigente, hambrienta de alabanza acrítica desde el amanecer hasta el ocaso, y veloz en el castigo del pecado original con el cual amablemente nos obsequio para empezar.”

Hitchens.

Hoy el mundo amaneció más aburrido y menos inteligente; la hipocresía y la corrección política tendrán por fin un respiro: Murió Christopher Hitchens.

Si existe Dios y es como lo pintan las religiones del viejo libro, seguramente Hitchens no estará en el cielo; ellos se lo pierden.

Si existe Dios y es justo y benévolo como se supone que debería ser, Hitchens estará en un cielo lleno de libros, de buen whisky, y contrincantes a su altura, listos para ser derrotados en un buen debate.

Si como Hitchens creía (y yo también), no existe nada mas allá de la muerte, entonces ayer Jueves 15 de Diciembre, la humanidad perdió a uno de sus mas grandes exponentes de racionalidad.

Decía quien fue su mejor amigo (Martin Amis), que si se diera un debate entre el mismo Cicerón y Hitchens, sin pensarlo se pondría de parte de este.

Defensor del librepensamiento, promotor del ateísmo con valores morales, iconoclasta descarado, gran conversador y polemista formidable.

Lo que en otros seria cliché, en Hitchens no dejo lugar a dudas, no tenia miedo de llamar a las cosas por su nombre.

Llamo a la Madre Teresa fanática y oportunista, llamo a Ronald Reagan hipócrita y a George W. Bush idiota, llamo a Henry Kissinger criminal, a John le Carré cobarde y al Dalai Lama farsante.

Muchos pensamos lo mismo, pero él se los dijo en su cara y frente a sus propios seguidores.

No le tembló la voz para ir a debatir sobre religión a la mas religiosa de las universidades de Estados Unidos (Notre Dame), y hacer polvo a su apologista de turno (Dinesh D’ Souza).

No le tembló la voz para nada, simplemente se apagó consumida por el cáncer.

Le quedaba su pensamiento lucido y una pluma afilada; hasta el último momento reafirmo su condición de hereje blasfemo, para que no fueran a decir que se “convirtió” en su lecho de muerte.

Imitando a Sócrates repitió sus palabras pero mejores, en vez de decir que una vida sin examinar no vale la pena ser vivida, decía que una vida que no es vivida no vale la pena ser examinada.

Y vaya que vivió y examino; con sus palabras, sus debates y sus libros nos mejoro la vida, nos enseño a pensar, nos enseño a ser valientes, nos enseño a distinguir la estupidez de la ignorancia, nos enseño a blasfemar con argumentos, nos enseño que nadie es intocable cuando se combina una buena memoria con la inteligencia.

En un día como este, en que los mejores editorialistas del mundo libre compiten por quien hace las mejores exequias, las palabras sobran.

Se apagó la voz, se seco la pluma, murió la razón, descansa en paz querido Christopher.

Juan Carlos Bujanda Benítez.

Diciembre 16, 2011.

julio 11, 2011

Por qué escribo.

“Hay gente que porque sabe leer y escribir, cree que sabe leer y escribir”.

Reynaldo Arenas.

En cualquier revista cultural que se respete, existe una columna fija u ocasional que se llama: “Por que escribo”.

La columna esta dedicada generalmente a escritores consagrados para saber las razones de su oficio.

Como se que a mi nadie me lo preguntara, mas bien me lo dicen en forma de reproche (¿Porque escribes? ya deja eso y has algo de provecho), lo voy a decir yo.

Escribo para entender.

Listo, ya no manden a nadie a entrevistarme, el secreto ha sido develado.

¿Pero que quiero entender? Pues lo que escribo, ni mas ni menos.

Después de esta muestra de razonamiento circular, me explico.

Lo he mencionado antes y lo repito, en mi caso particular, para poder entender o clarificar mi postura en cualquier tema complejo, ya sea de política, religión, sociedad, relaciones (mujeres), o cualquier tema en el que valga la pena ir mas allá de una simple opinión, necesito papel y lápiz.

Y no es que necesite escribirlo para tomar postura, generalmente ya esta tomada desde antes, pero para lo que si necesito escribirlo es para entender y racionalizar mis motivos.

Aunque también se ha dado el caso en que después de ponerlo en papel (o pixeles), mi opinión da un giro opuesto o de plano se radicalice.

Esto ha quedado mas claro ahora que estoy leyendo un libro de Richard Wiseman que se llama: “59 Seconds: Think a little, change a lot”.

Tranquilos, no se trata de un libro de autoayuda o motivación tipo Deepak Chopra o Paulo Coelho, mas bien se trata de desmitificar conceptos muy arraigados en la psicología popular.

Un libro lleno de bibliografía y datos empíricos de cada una de sus afirmaciones, tal como debe ser cualquier libro que pretenda dar un enfoque científico o de divulgación.

Y precisamente uno de los mitos mencionados es la creencia tan extendida en el poder del pensamiento positivo o en la idea de que expresando verbalmente nuestras frustraciones, nos podemos quitar buena parte de la carga emocional que esta conlleva.

Casi nadie se atrevería a contradecir una idea tan popular, salvo que cuando ha sido contrastada con experimentos controlados y arbitrados, resulta que ni el pensamiento positivo ni el hecho de expresar nuestras emociones a personas no profesionales, sirve de gran cosa, antes al contrario, a veces resulta contraproducente.

Una cosa es que las personas entrevistadas crean realmente que el platicar sus emociones les resulte de ayuda y otra que así sea en términos reales.

En cambio lo que si resulta sumamente útil en términos de entender y acercarse a una solución practica, es el hecho de escribir lo que pensamos que sentimos de alguna situación dada. ¹

Posiblemente muy pocos psicoanalistas estarán de acuerdo en estas conclusiones (sus bolsillos menos), pero los experimentos que avalan dichos resultados no han podido ser refutados por ninguna autoridad en la materia.

La razón esgrimida para esta diferencia entre el pensar (positivamente) o platicar y escribir, es que las primeras son generalmente actividades carentes de estructura y a veces incluso caóticas.

En contraste el hecho de escribir, implica estructura, exige la creación de una historia lineal y coherente que le de sentido y razón a los sentimientos y las emociones.

El platicar bien puede ser útil , pero a veces también puede agregar confusión, en cambio el escribir nos da una perspectiva con un enfoque mas dirigido a soluciones sistemáticas.

Y dicha escritura no tiene que ser perfecta o elegante, bien puede ser en forma de diario o bitácora.

Y tampoco tiene que ser publica, de hecho es raro que así sea, lo que si es útil es revisar de vez en cuando lo que escribimos, para darnos cuenta si nuestro pensamiento esta estancado o evolucionando.

Así que por eso escribo, no para agradar a nadie ni porque crea que mis ideas iluminaran al mundo.

No puedo negar que muchas veces lo haga por frustración, por impotencia o por simple  desahogo, pero siempre para entender; tengo cuadernos llenos de ideas y opiniones que nunca verán la luz (eso espero, para bien del decoro…mío por supuesto).

Si resulta que como efecto secundario, a algunas personas les sirven mis escritos para clarificar sus propios puntos de vista, ya sea para estar de acuerdo o en contra, bien por ellos y bien por mi.

Además no niego que a veces lo mas útil de mis escritos sean los comentarios de quienes me leen; y no se trata de falsa modestia pues no comulgo con la humildad, por si no se habían dado cuenta.

El libro apenas lo empiezo, no se si sus conclusiones sean ciertas o inventadas, no las he comprobado aun, pero de que me gustan ni duda cabe.

No necesito pretextos para escribir, pero si los tengo no me estorban tampoco.

Ya les platicaré luego porque leo, que eso es otro tema del que me gusta pensar, platicar y por supuesto: escribir.

Juan Carlos Bujanda Benítez

Julio 10, 2011.

 

¹ Lepore, S.J., & Smith, J. M. (Eds.) (2002). “The wriring cure: How expressive writing promotes health and emotional well-being. Washinwton, D.C.: American Psychological Association.

junio 25, 2011

Las rejas no matan…¿o si?

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“Así pues, la primera razón de la servidumbre voluntaria es la costumbre, al igual que los mas bravos caballos rabones que al principio muerden el freno, que luego deja de molestarlos y que, si antes coceaban al notar la silla de montar, después hacen alarde los arneses, y orgullosos se pavonen bajo las armaduras.”

Étienne de La Boétie

Listo, ya esta cerrada mi calle; al menos uno de sus lados, falta cerrar la calle completa, y poner rejas también en el techo para poder sentirnos mas seguros.

De ahora en adelante los delincuentes se podrán pasear tranquilamente por el parque al que ahora yo no tendré acceso, o podrán jugar futbol en las canchas que ahora solo puedo ver a través de las rejas.

El espacio publico se va reduciendo y el espacio privado se va haciendo cada vez mas privado; privado de luz, privado de oxigeno, privado de libertad.

¿Que sigue? ¿Ponerle rejas a las rejas?

De hecho ya es así. Tengo rejas en las ventanas, rejas en las puertas, y rejas en la cochera, además tengo alarma con sensores en cada entrada o resquicio de la casa.

Creo que lo mas valioso que tengo en la casa son las rejas y el sistema de seguridad (además de nuestra integridad física claro).

En la oficina hay que pasar por ocho filtros (candados, cerraduras, timbres, magnetos, etcétera) para poder llegar hasta nuestros lugares de trabajo.

Y a todo esto ¿Estamos mas seguros?

La verdad, no lo se; por un lado me siento mas seguro, pero por cada  barrote que le agrego a mi cerca, le agrego también un eslabón a mis grilletes.

El problema con encerrarse es que el espacio tiene limites, hoy gracias al internet ya se puede trabajar desde la casa.

También podemos pedir alimentos y toda clase de servicios por este medio, incluso si pido piza, no tengo ni que abrir la puerta, cabe por debajo.

Pero y si resulta que no estamos seguros tampoco dentro de nuestras casas, ¿hacia donde corremos?

No se porque tengo la sensación de que la solución no es encerrarse, sino todo lo contrario, es decir, quitar rejas, quitar cerraduras y ventanas y reclamar mas espacios públicos.

¿No es absurdo que ahora las casas se anuncien con caseta de vigilancia y parques privados como si el estar vigilados y confinados fuera el sueño anhelado  de toda la vida?

¿En donde quedo eso de que el deseo inherente a todo ser humano era ser libre?

¿Cuando cambió a desear vigilancia privada y espacios reducidos?

No se como, no se cuando, si siquiera se si aún es posible, pero algo me dice que la solución a la inseguridad no es encerrarse, sino abrirse.

La solución no es el espacio cerrado y obscuro, sino el espacio abierto y alumbrado.

La solución no pasa por lo privado, sino por lo público.

Ningún país que se precie de ser seguro, tiene demanda de rejas por motivos de contención, si acaso ornamentales.

Los estadios mas seguros no son los que tienen mallas metálicas y protección policiaca, sino los que son abiertos, a ras de campo, con solo una pequeña valla para delimitar zonas.

Un ejemplo muy mexicano:

La directiva del (antiguo) estadio Corona de Torreón, decidió quitar la malla que divide la tribuna del campo; le apostaron así a la civilidad de su afición y tengo entendido que hasta la fecha no se ha dado ningún incidente que amerite volverlas a poner.

¿Son mas civilizados los aficionados del Santos que los de Toluca?

No lo creo; es cuestión de reglas claras, pero sobre todo reglas que se cumplen, en el Corona si alguien se mete a la cancha, se le arresta y se le castiga con cárcel.

Los mismos aficionados se comportan diferente si van a otro estadio por ejemplo al de la UNAM.

Los espacios mas seguros no son los que mantienen a la gente dentro de sus casas, sino los que se puede confiar en que los niños pueden jugar y correr sin peligro alguno fuera de ellas.

Las ciudades mas seguras no son las que blindan los espacios públicos, sino las que permiten libertad de movimiento a sus habitantes.

Eso si, con reglas claras y bien definidas y con sanciones acordes a la falta y que se cumplen.

El país mas seguro no es el que mas castiga sino el que mas educa (USA tiene 738 presos por cada 100,000 habitantes).

Dinamarca tiene una tasa de 0.88 homicidios por cada 100,000 habitantes, Islandia de 0.00 con solo 700 policías que no portan armas, tiene 130 prisioneros que pueden ir a sus casas los días festivos, si se te pierde algo en Japón, es probable que lo encuentres donde lo dejaste; y todos ellos con mayoría de población atea por cierto.

Dice Philip Zimbardo; el autor del celebre experimento de “La Prisión de Stanford” y autor del recomendable libro “El Efecto Lucifer:

“Existe un síndrome caracterizado por la pasividad, la dependencia y la depresión muy parecido al fenómeno conocido como <<indefensión aprendida>>. (La indefensión aprendida es el estado de resignación pasiva y depresión que surge tras unos fracasos o castigos continuos, sobre todo si estos fracasos y castigos parecen arbitrarios y no dependen de los propios actos)”.

Esta reflexión de Zimbardo se refiere a las reacciones generadas en los voluntarios en el experimento de la prisión referido, sobre todo a los que hacían el papel de presos.

¿No se parece su situación a la nuestra con nuestras rejas, alarmas, sensores y estrés constante?

Con la diferencia de que ellos sabían que su situación era simulada y además les pagaban por ello.

¿O acaso podemos considerar el encerrarnos como conducta activa mas que pasiva o reactiva?

¿Se parecen nuestras acciones a las de los indignados en Francia y España?

O estamos ya instalados en un estado de resignación pasiva, sin opciones ni esperanzas, que no sabemos de donde nos atacan (por un lado los narcos, por otro los policías y por el otro los de Hacienda).

En fin, así es como me siento con respecto a las rejas.

Las palabras mágicas se llaman: Libertades civiles.

Las estamos sacrificando en aras de seguridad aparente y no sabemos siquiera si servirá de algo.

Lo que si se, es que una vez que dejas que el Estado ocupe un lugar que le corresponde a la sociedad civil, ya no lo devuelve.

Y eso si es grave.

Las rejas no matan…salvo la libertad.

Juan Carlos Bujanda Benítez

Junio 25, 2011.

 

 

marzo 12, 2011

El placer de escribir

La.

Marzo 11, 2011.

Juan Carlos Bujanda Benítez

PD.

Seguramente este es el “articulo” mas pequeño que he escrito, si es que en realidad puedo decir que sea mío.

La cosa esta así: después de mucha procastinacion me dijo mi fan numero uno que si no escribía un “articulo” a la voz de YA, me haría huelga de piernas cruzadas, (cosa de groupies), y yo diligente que soy con mis fans, lo escribí YA.

Y por si existen dudas he aquí las pruebas:

Artículo (gramática)

El artículo es un tipo de determinante actualizador, una categoría de la morfología que emplean algunas lenguas para actualizar o precisar la referencia de un sustantivo, transformándolo de desconocido y abstracto ("libro") a conocido y concreto ("el libro") Dicho de una forma más clara, es un implemento o indicador que sitúa lo que se dice en el campo en que se dice, común al que lo dice y al que lo oye, o sea, en el mutuo acuerdo de los interlocutores.

En gramática tradicional, se llama artículo tanto a los determinantes definidos como al determinante indefinido relacionado con el significado de '1'. En gramática generativa en general se considera que el artículo es el núcleo sintáctico del sintagma determinante.

[editar]Lenguas con artículos

[editar]Artículos en español

En español hay un artículo definido masculino: el, (los en plural); otro femenino: la (las en plural). Algunos ejemplos:

(singular) el perro / (plural) los perros
(singular) la gallina come maíz / (plural) las gallinas comen maíz.

El artículo el también puede usarse para el femenino ante una palabra femenina que empieza con vocal /a/ tónica:

el águila real está en peligro de extinción / las águilas reales están en peligro de extinción

Además el español posee artículos indefinidos: un (masculino, singular), una (femenino, singular), unos (masculino, plural) y unas (femenino, plural).

Fuente: Wikipedia.

Así que yo ya cumplí, lo hice…espero decir lo mismo mañana, ya les platicare.

enero 03, 2011

Vino, música, libros y filosofía.

Quería que mi primer escrito del 2011 fuera de la violencia, de lecturas difíciles, de moralidad y justicia, de estadísticas e investigaciones, de corrupción y medidas anti-ídem.

Pero la verdad las vacaciones de navidad y año nuevo me dejaron un espíritu, si no sereno, al menos no belicoso ni revolucionario, así que escribiré de lo que sea.

Si, leí muchos artículos sobre las causas de la violencia o de la descomposición social; si, no me perdí las noticias de los diarios, pero en mi descargo las leí superficialmente, sin análisis ni corajes.

En cambio leí muchos libros, si no completos al menos leí muchos capítulos, mucha filosofía, algunas novelas y pedazos de relatos divertidos.

Jugué muchas luchas con el Esceptiquito, se que en el kínder no me lo agradecerán pero lo disfrute como enano.

Escuche mucha música, comí muchos postres y tome mucho vino.

Es más, hasta asistí a una pastorela y la disfrute sin hacer una sola critica o broma sarcástica.

Hice pocos propósitos y los que hice ya los estoy cumpliendo.

Me acerque a la familia y converse con amigos lejanos, tanto en distancia como en tiempo.

Disfrute a mi familia y puedo decir que ellos también me disfrutaron.

¡En pocas palabras viví!

Leí un libro que dice que la filosofía puede salvarte la vida y la verdad le creo.

No me pude abstraer de la situación caótica de vida o muerte que prevalece en mi ciudad, pero escogí ver el vaso medio lleno en vez de roto o vacío.

Decidí escuchar al mal interpretado Epicuro: “Que es mejor el placer que el dolor, que a veces hace falta un poco de sacrificio presente en aras de placeres mayores y futuros y que a veces menos es mas”.

Decidí escuchar a Santayana: “Que no hay que hacer aspavientos llamando deberes y auto sacrificio a lo que es solo un arte feliz y un compromiso racional, y que vivimos dramáticamente en un mundo que no es dramático, simplemente es”.

Escuche a Sabina decir que: “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a vivir, ya hay que morirse”.

Y también dijo:

“Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
Este nunca, no esconde un "ojalá",
Estas cenizas, no juegan con fuego,
Este ciego, no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
Esta letra no la protestaré,
Ahórrate el acuse de recibo
Estas vísperas, son las de después
A este ruido, tan huérfano de padre
No voy a permitirle que taladre
Un corazón, podrido de latir
Este pez ya no muere por tu boca
Este loco se va con otra loca
Estos ojos no lloran mas por ti”.

Escuche incluso a Arjona decir que:……… bueno tiene un buen saxofonista.

Escuche a Buda decir (juro que no me fume nada): Que la vida es sufrimiento y que el sufrimiento es opcional y que las causas dependen de nosotros.

Extrañe, fumarme un puro, pero el culpable fue mi garganta y el consejo de Epicuro.

Aunque tampoco le hice caso del todo, al final de algo tiene uno que morirse y prefiero hacerlo de cirrosis que de un pulmón perforado por una bala, además también la gente que recoge y pisa las uvas tienen que comprar regalos.

No sé cuánto tiempo dure en modalidad San Francisco de Asís (hermana luna, hermano lobo), quizás sea solo hasta que el sol y el viento despejen los vapores etílicos y llegue el recibo del gas de Diciembre.

Pero seguiré escribiendo y leyendo; lo primero no prometo nada pero tratare de que sea más seguido, mi meta son una entrada por semana, aunque esta sea irrelevante (como si alguna no lo fuera).

En cambio lo segundo no tengo que prometer nada, porque déjenme les presumo, me regalaron lo equivalente a una caja de kriptonita para Lex Luthor, ni más ni menos que un eReader de Sony y en el cual ya tengo “cargados” cerca de 180 libros.

Así que si nunca me he quejado de las filas en las ventanillas, ahora además las deseo y agradezco (muévase joven ya avanzaron).

Si alguien quiere cooperar se aceptan libros electrónicos o en formato pdf o Word.

Por cierto también aprendí que:

- No, una actitud positiva no le ayudara a no contraer cáncer.

- No, el estrés no es causa de ulceras.

- No, los sustos o experiencias traumáticas no le sacaran canas.

- No, no es mejor expresar enojo que aguantárselo.

- No, no nacen más niños durante luna llena, ni hay más crímenes.

- No, la abstinencia no es el único ni más efectivo tratamiento para el alcoholismo.

- No, la tasa de éxito en Alcohólicos Anónimos no es tan alta, de hecho es muy baja.

O que creían, ¿que la navidad también me había quitado lo escéptico?

Pues no, también releí a Sagan, a Shermer, a Grayling, a Kida, y ahora los tengo al alcance de un ON/OFF.

Feliz año nuevo y nos leemos la semana entrante que también se debe celebrar algo en alguna parte.

Juan Carlos Bujanda Benítez

Enero 2, 2011

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