agosto 24, 2012

Aristegui no es victima; ni periodista.

“Calumnia que algo quedara”.

Joseph Goebbels

En Febrero del 2011, justo después de que Carmen Aristegui preguntara en su programa al Presidente Felipe Calderón si era o no alcohólico, pensé escribir una entrada al respecto pero no lo hice.

Esta vez  y aprovechando que los mismos protagonistas vuelven a poner el asunto sobre la mesa, no dejare pasar esta oportunidad.

En aquella ocasión me quedo bastante claro que se cometieron varios hechos injustificables,  tanto por parte de Joaquín Vargas (presidente de MVS) como de Felipe Calderón.

Pero la peor infamia y la menos justificable en lo que a mi respecta, fue de parte de la misma Carmen Aristegui.

Joaquín Vargas violo la independencia periodística que se supone debe existir entre los medios de comunicación y los poderes oficiales.

Felipe Calderón abuso de su poder al exigirle a Vargas el despido de Aristegui.

Pero la falla de estos dos personajes no esta en lo que hicieron, sino en la forma y las razones por que  lo hicieron; me explico mas adelante.

Carmen Aristegui violo una regla fundamental del periodismo profesional: El deber de informar de forma veraz y de rectificar aquella información que sea falsa o errónea.

Aristegui justifica su comentario en que se trataba de una cuestión de interés publico, como si este solo hecho le eximiera de tener que confirmar cualquier clase de declaración que se hiciera al aire.

No lo hace, la idea de interés publico deja abierta la posibilidad de que cualquier cosa lo sea, al final el “publico” es bastante amplio y subjetivo como para que cualquier rumor sea de interés.

Es por esto que toda la información editorial debe ser confirmada antes de hacerla publica, de otra forma se trata de un simple rumor y este no tiene nada que ver con el periodismo.

Aristegui actuó con total falta de ética y sentido de la responsabilidad.

Y por si fuera poco el haber faltado a la parte de la veracidad, también fallo en no rectificar al tener mayor información al respecto.

Es ahora de dominio publico el que el rumor del supuesto alcoholismo de Calderón fue iniciado por Federico Arreola en el 2006 con Joaquín López-Doriga en radio Formula.

En su columna, el mismo Arreola en el blog de El Sendero del Peje confiesa:

“Acepto que fui el que inició el rumor del alcoholismo de Felipe Calderón. Lo hice en 2006, en el programad radiofónico de Joaquín López-Dóriga, después de que Calderón me calumnió miserablemente. A una mentira respondí con otra. Hice mal, lo reconozco. No hay más que decir”.

¿Porque razón Carmen Aristegui no ha dicho ni media palabra acerca de esta, si confirmada declaración?

Los que defienden a Aristegui dicen que ella no declaro nada, tan solo se limito a hacer una simple pregunta.

Pues no, no se trato de una simple pregunta, cualquier hijo de vecino puede preguntar si Calderón es alcohólico o si Arreola es drogadicto y no pasa nada, pero si la pregunta la hace un comunicador famoso y lo hacer al aire, entonces la diferencia es abismal.

Ella misma ha declarado que se trato de un comentario editorial, la diferencia se llama responsabilidad, esto lo debería saber quien se pretende la periodista con mayor credibilidad de México.

Cada palabra que sale de su boca tiene consecuencias y ella lo sabe, por eso cada pregunta debe tener un valor diferente a la de cualquier hijo de vecino, se llama responsabilidad y en este caso Aristegui no la tuvo.

No quiero saber si fue intencional, por ideología o un simple error, para el caso es lo mismo, en los hechos no cuentan las intenciones.

En mi opinión Joaquín Vargas tenia todo el derecho de despedir a Aristegui, y la razón que dio es muy valida, ella violo flagrantemente el código ético del medio periodístico al difundir un rumor.

El error de Vargas fue que lo hizo no por este motivo, sino por presión de la presidencia y por así convenir a la negociación por la concesión de banda.

El presidente Felipe Calderón tenia razón al exigir una disculpa publica de parte de Aristegui; y lo tendría cualquier persona que fuera calumniada como él lo fue.

Pero se vio mal al exigirle a Vargas la renuncia de Aristegui y en mandarle posteriormente las palabras de disculpa que quería que esta dijera al aire.

Todos cometieron errores garrafales, y así se les esta haciendo ver en los diferentes medios de comunicación, con excepción de Aristegui a la que casi todos ven como victima.

Y no lo es, Carmen Aristegui representa en este caso un ejemplo claro de lo que no debe ser un periodista.

Carmen Aristegui se vio irresponsable y por lo que a mi respecta, cada vez que abre la boca para hacerse la victima pierde mas credibilidad.

Mientras mantenga esta postura dejare de considerarla periodista y lejos de ser considerada profesional, para mi es cualquier hijo de vecino.

Igual de “profesional” que Joaquín López-Doriga, Adela Micha, Carlos Marín y similares*.

Juan Carlos Bujanda Benítez

Agosto 24, 2012.

*Es sarcasmo por si no quedo claro.

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