enero 04, 2005

La democracia y la república

"Las repúblicas declinan en democracias y las democracias degeneran en despotismos"
Aristóteles

Estamos viviendo actualmente los problemas de no saber el significado y diferencia entre república y democracia. Y uno de los mayores problemas es la demagogia de nuestros políticos y gobernantes.

Seguramente todos recordamos los comerciales (todos los de cierta generación claro) en cierto canal de televisión mexicana donde empezaban con la frase: “Hermosa república mexicana…”, Decían república, no “hermosa democracia mexicana” y la razón es que antes que democracia somos una república.

El significado literal de democracia es: "El gobierno del pueblo por el pueblo". Pero en ningún momento hemos renunciado a ser una república para pasar a ser una democracia, sino que escogimos ser una república democrática.

República significa: “La cosa pública o común”. Y se refiere a que cualquier acción política debe estar orientada hacia el bien común, en contraposición al beneficio de grupos o clases.
Escogimos vivir en un régimen democrático, pero avalado por instituciones republicanas, estas instituciones prohíben que el poder este representado en una sola persona o que éste sea hereditario.

Pero la noción de una república, tampoco contempla el concepto de una democracia directa, el poder debe recaer en una asamblea, en nuestro caso representada en primer lugar por la cámara de senadores y en segundo lugar por la de diputados.

El problema de no conocer la diferencia entra una y otra (desconocimiento por parte del pueblo y disimulo por parte de los políticos) ocasiona principalmente el uso de la demagogia como elemento de disuasión, corrupción y falta de preparación para puestos públicos.

Cuando algún gobernante en funciones (a diferencia del aspirante) busca el aval del pueblo por medio de plebiscitos o consultas públicas, esta pasando por encima de las instituciones republicanas, instituciones que fueron aceptadas por el pueblo para que los gobernantes no tuvieran que estarles consultando de cada cosa que suceda en la nación, en su búsqueda del bien común.

Estas instituciones se llaman leyes, se llaman constitución, se llaman congreso, se llaman escuelas, se llaman educación laica (entendida por cierto erróneamente como educar promoviendo el ateismo en vez de educar con respeto hacia las diferentes creencias religiosas personales).

Una de las principales razones de ser de una república, es el imperio de la ley, y es una tremenda contradicción pretender librarse de esta con el pretexto de hacer lo que el pueblo manda, en este caso el pueblo no tiene la razón en contraposición de las leyes, si así fuera, cualquier mayoría podría decretar la desaparición de minorías (indígenas, protestantes, pordioseros, etcétera).

Pero también la república protege en forma inversa, no se puede defender a una minoría con el pretexto de preservar sus usos y costumbres (vender o maltratar a los hijos), si estos dañan los derechos protegidos por las leyes de la república, recuérdese que hablamos de la cosa pública o común.

En el nacimiento de las primeras republicas estaba contemplado el derecho del pueblo a rebelarse contra las leyes en caso de que estas fueran injustas, pero actualmente el problema no es que sean injustas, sino que no se aplican cómo, cuándo y contra quienes deberían, y una de las razones es precisamente la demagogia.

Ahora bien, no toda la culpa la tienen los gobernantes demagogos, sino también el pueblo inculto que no sabe como reconocerlos y para esto la republica también contempla soluciones. “El pueblo no es naturalmente republicano, la educación debe prepararlo” (Ikram Antaki).

La democracia es uno de los mejores sistemas de gobierno actuales, pero si no esta soportada por las instituciones que representa la república, entonces esta puede degenerar en una tiranía del pueblo o en un pretexto para avalar políticos prepotentes y deshonestos.

Dice Madison: “En la república, la voz pública expresada en los representantes del pueblo, puede ser más cercana al bien público que la expresión misma del pueblo”.

Los políticos que buscan solo el consentimiento de las masas por medio de acciones populistas, en realidad solo buscan el poder aunque tengan que despreciar las leyes, pero en una república están separados; el poder reside en el pueblo y la ley en las instituciones.

Pero esto solo lo saben quienes conocen la diferencia entre república y democracia.

Existen o han existido monarquías republicanas, democracias militares (si, es posible si el pueblo lo elige), tiranías republicanas, democracias anárquicas, pero nosotros hemos elegido el sistema de República Democrática.

Y para esto tenemos que saber –mínimo- que significado tiene en la práctica, de lo contrario vamos a seguir viviendo en un sistema que se llama así mismo democrático y republicano, pero que en la realidad es un sistema que permite y alienta líderes déspotas, populistas y demagogos que utilizan la constitución y las leyes para lo que se usa el papel de baño.

Todo esto lo resume magistralmente Ikram Antaki en una frase: “La ideología republicana va a la par del triunfo de la razón sobre el imperio de los prejuicios, el oscurantismo religioso, la superstición y las creencias; esta convencida de que el progreso de la conciencia pasa por la difusión de la instrucción”.

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