abril 28, 2010

Definiciones des-motivacionales


Mi aportación a una idea de Joel Amparan (Tiburcia y TheJab); algo así como "El Circo del Absurdo" pero con definiciones.

Cartel des-motivacional realizado con la herramienta:  Motivator.

Anden, vayan y sean creativos, es gratis.

JCBB
Abril 28, 2010.

abril 14, 2010

Abusar de un niño es como estornudar (Esto es palabra de Dios).

No se puede ser más insensible, no se me ocurre como.

Mira que comparar la violación de un niño con una “gripita” como dijo el idiota Obispo de Saltillo Raul Vera.

Y decir insensible es quedarme corto, se necesita ser inconsciente, cínico, miserable, descarado, si no cuidara yo las formas  diría que es un hijo de puta, pero ofendería seguramente α la puta.

No se me ocurre como se puede disculpar α una persona como esta, lo mejor que se me ocurre es considerar sus palabras bajo la luz de un utilitarismo llevado α los extremos.

Y en el fondo no creo andar tan errado, es el mismo argumento bajo el cual el ahora Papa Ratzinger, justificó el ocultar los numerosos casos de pederastia cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Santa Inquisición Moderna.

“A pesar de que los argumentos presentados en favor de esa expulsión son de grave importancia, esta corte juzga necesario considerar el bien de la Iglesia Universal además de el del demandante. No es posible tampoco arrojar luz sobre el perjuicio que podría provocar en la comunidad de la Fe de Cristo el otorgar la expulsión, particularmente teniendo en cuenta la corta edad del demandante.
Es necesario que esta Congregación someta incidentes de este tipo a muy cuidadosa consideración, lo que requiere un periodo de tiempo más largo”.

Tal parece que compiten para ver quien dice la mayor estupidez, apenas esta semana el secretario del Estado Vaticano Tarcisio Bertone ha dicho que según estudios de sicólogos que solo él conoce, la pederastia no tiene nada que ver con el celibato, pero que en cambio si tiene que ver con la homosexualidad.

Si eso fuera cierto no tendría ninguna objeción en que los sacerdotes se desahogaran unos con otros, pero ¿porque con los niños carajo?

Ah, pero α mi no me dejan atrás, debe haber pensado el Obispo Víctor Rene Rodríguez, secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, que ayer martes declaro:

"Como pastores, queremos pedir perdón a aquellos que han sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes deshonestos, que con sus abominables acciones han dañado a niños inocentes, traicionando a su ministerio, ensuciando a la institución y manchando la figura sacerdotal”.

Traducción:

“Ya que nos agarraron con la manos en la masa y después de haberlo negado consistentemente y al no poder ya seguir ocultando nuestra protección y complicidad para con los sacerdotes pederastas, pedimos perdón, porque lo malo no es lo que hacemos, sino que nos hayan descubierto”.

Hasta aquí no estaba tan mal, pero luego agrega:

“…la pederastia se debe a varios factores, entre ellos a que la sociedad "ha tendido a ser muy liberal en ética sexual y se ha promovido la no prohibición, sino la tolerancia a todo desorden”.

¡Α chingao!, o sea, ¿les pido perdón, pero la culpa es de ustedes?

Nada más le falto agregar que: o se componen como sociedad o nos pondremos peor de violadores, advertidos están, AMEN.

Pues se equivoca Raul Vera, se equivoca Tarcisio Bertone y se equivoca Rene Rodríguez.

Los abusos de menores no son gripitas, lo antinatural no es ser homosexual sino célibe, pero sobre todo se equivoca Rene Rodríguez al decir que la sociedad es la culpable, más bien es la sociedad la que los está poniendo en su lugar.

Pero se equivoca principalmente en pedir perdón por las faltas de los sacerdotes violadores.

Por lo que debe de pedir perdón, tanto él como el cínico de Norberto Rivera Carrera es por protegerlos por tanto tiempo, y con esto promover el que los casos se multiplicaran habiendo podido evitarlo.

Por considerar los abusos como pecado y no como lo que eran, DELITOS.

No señores curas, ya no es cuestión de perdones y arrepentimientos, esto es cosa de leyes y castigos y no solo contra quienes abusan de niños, sino también y principalmente contra quienes los esconden y los siguen protegiendo.

Y ni se les ocurra apelar α su dicho aquel: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.

Porque como sociedad tenemos mala memoria y muchas piedras.

Además, ¿siempre podemos pedir perdón después que no?

Juan Carlos Bujanda Benitez
Abril 14, 2010.

abril 07, 2010

El árbol podrido.

Dice el dicho que “El fruto no cae muy lejos del árbol”, se refiere α que los hijos generalmente no son muy diferentes de los padres.

También se dice que nunca falta una manzana podrida, y esta es precisamente la defensa recurrente de la jerarquía católica, ante los casos de pederastia.

 “No debemos culpar α toda una institución por los pecados de algunos de sus miembros, son manzanas podridas que hay que apartar del grupo para que no hagan daño α los frutos sanos”.

Sin embargo, y como muy bien apunta Federico Reyes Heroles en su artículo Entre Sotanas, (y por el cual escribo yo este articulo) Pederastas ha habido y habrá. El problema es quién les da cobijo, quién los protege, quién oculta el horror por cuidar otros intereses. He allí la infamia mayor”.

Y tiene toda la razón, el truco de responsabilizar solamente α los curas pederastas no se sostiene, debido α que si este delito ha salido α la luz pública no ha sido gracias α la colaboración de la institución α la que pertenecen, antes al contrario, lo ha hecho α pesar del esfuerzo de la misma por mantenerlo oculto.

Y esto amigos míos, no nos habla de manzanas podridas, sino de la podredumbre de todo el árbol.

La iglesia no ha tratado de alejar α los malos frutos, sino que ha tratado por todos los medios α su alcance de mantenerlos ocultos, pero siempre dentro de la institución y lo que es peor aún, activos en sus puestos, al acecho de sus víctimas o en el peor de los descaros moviéndolos α plazas nuevas donde puedan tener acceso a “carne fresca”.

Dejad que los niños se acerquen α mi”, que bien ha cumplido la iglesia esta consigna de Cristo.

Es cierto que los curas pederastas son seres humanos y como tales, predispuestos a las bajezas y corrupciones propias de nuestra especie.

Pero es para atenuar y contener las peores pulsiones del ser humano para las que fueron creadas las instituciones sociales como la escuela, el gobierno, las leyes y la iglesia.

Cuando  un ser humano falla, cuando una manzana se pudre, la responsabilidad es solo suya, pero cuando la institución social α la que pertenece lo protege, entonces la responsabilidad mayor es de esta, porque su finalidad es precisamente actuar ante estas fallas individuales para que su falta no dañe α los demás miembros que la componen.

El daño del delito de un individuo generalmente está limitado α un círculo de influencia reducido, pero el daño ante la falta cómplice de una institución es multiplicador.

Seguramente los primeros casos de curas pederastas de los que la iglesia tuvo conocimiento pudieron ser atribuidos α manzanas podridas, pero al ocultarlos y protegerlos, incubaron un fenómeno que se llama impunidad y que favorece la multiplicación de los delitos.

Aquí ya no es la manzana sino el árbol el que se pudre y propicia la putrefacción de todos sus frutos.

Y no es disculpa el que la iglesia también tenga sacerdotes bondadosos y lleve α cabo infinidad de acciones piadosas por todo el mundo, no es cuestión de saldos y balances.

El llevar alimentos α la boca de miles de hambrientos no compensa la humillación, el sufrimiento y el daño físico y sicológico de un solo niño abusado por quien debería ser su protector y refugio.

Y la prueba más fehaciente de que es el árbol el que se pudre es que los cómplices no son simples manzanas, sino ramas fuertes y poderosas de la iglesia católica.

Norberto Rivera Carrera, Onésimo Cepeda, Juan Sandoval Iñiguez, Marcial Maciel, Roger Mahoney, Bernard Francis Law, Georg Ratzinger, y las ramas alcanzan al mismo Joseph Ratzinger alias Benedicto XVI y α Karol Wojtyla alias Juan Pablo II.

¿Cómo separar lo inseparable?, seria cometer suicidio, como hacerse el Harakiri.

No puedes juzgar α toda la iglesia por los pecados de unos cuantos”.

¿Que no?

¿Y entonces cual es el parámetro por el que podemos juzgar α las instituciones?

¿Se toma en cuenta solo las acciones de quienes son buenos porque son más?

¿Entonces es cuestión de mayorías?

¿Y desde cuando la iglesia es democrática?

Mentiras y mas mentiras, el juicio moral de una institución no reside en la institución por sí misma, sino en las acciones de sus integrantes.

Si un policía se corrompe y secuestra α quienes protege, no quiere decir que la policía este podrida, pero si sus jefes y superiores lo defienden y justifican, entonces  si, el juicio se aplica α la corporación entera.

Ni Norberto Rivera, ni Ratzinger, Ni, Mahoney son simples manzanas, son ramas que alimentan miles de manzanas y las protegen y las ocultan para que no se sepa que están podridas.

Pero la manzana no cae lejos del árbol, si estas están podridas es porque el árbol huele mal.  

Como dice Reyes Heroles:

“Que nadie se llame a engaño, primero va su iglesia, van ellos, después vienen los demás, los seres humanos comunes y corrientes”.

Que nadie se llame α engaño, las victimas no son ellos, la paja en el niño ajeno, no les deja ver la viga bajo sus sotanas.

Juan Carlos Bujanda Benitez
Abril 6, 2010.

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