mayo 29, 2009

El dios de los sicarios

El paciente identificado como “desconocido 222” nunca se imagino que la drogadicción le salvaría la vida, al menos hasta el momento de escribir estas líneas, porque su estado de salud aunque estable es muy delicado, al grado de que tenga que aferrarse a la misma con ayuda de respirador artificial.

Dios estaba con él, pero no lo estaba cuando lo secuestraron.

Pero la drogadicción que lo mantiene vivo hasta el momento, no es la suya sino la de uno de sus secuestradores, fue gracias a que Juan Pablo impactó su auto contra un árbol cuando conducía a exceso de velocidad y completamente drogado, permitiendo que la policía encontrara a “desconocido 222” en la cajuela, ya dado por muerto y empacado para ser tirado en algún lote baldío, incluso con un letrero de advertencia (“ESTO LES PASA A LOS QUE ABLAN AL 060 O 066 DENUNCIA ANONIMA”).

Dios le ayudó a escapar a “desconocido 222”, pero no le ayudó a evitar la salvaje golpiza que lo tiene al borde de la muerte con traumatismo craneoencefálico.

Adriana, la hermana de Juan Pablo, no puede creer la noticia, dice que esto no es posible “- porque su hermano esta profetizado que será cristiano”.

- “Es algo inesperado, el estaba acudiendo a la iglesia, pero estamos luchando contra el mal, esta es la cruz que Dios nos ha mandado”.

Dios está luchando junto con ellos, pero a juzgar por los resultados, el mal les va ganando.

Dice Adriana que “- una sacerdotisa satanizo a mi hermano” y pide a la comunidad que oren por su salvación.

Es su hermano, es entendible que pida que oren por él, pero no entiendo porque no pide orar también por la salvación de “desconocido 222”, su víctima.

Si Dios la escucha, seguro salvara a Juan Pablo, al fin y al cabo es tocayo de uno de sus hijos favoritos y esta profetizado que será cristiano.

La cruz de “desconocido 222” que la cargue él solo, nadie le ha profetizado nada, su cuello lleno de moretones no porta ningún escapulario y su identificación suena como a pseudónimo de ateo cibernético.

- “Tengo fe en Dios, eso que dicen de él es muy grave, pero no sabemos con quien estaba, estaba con malas compañías, pero Dios le está hablando”.

Dios a veces no habla claro o habla muy quedito, y si estas drogado no se le entiende nada.

No es culpa de Dios ni de Juan Pablo, la culpa es de las malas compañías o de sacerdotisas satanizantes.

Dios no puede estar en todas partes; la omnipresencia está sobrevalorada.

¿Y la bondad infinita del Creador Omnicaritativo?

Los caminos del señor son inescrutables, allá cada quien con su teodicea.

Y al final a quien le extraña, el hacerse de la vista gorda también es parte del ser Omnipotente, si no que creen que significa poderlo todo.

¿Quién soy yo para entender a Dios?

Yo por si las dudas no le pregunto nada.

Juan Carlos Bujanda Benitez

Mayo 29, 2009.

Fuentes: Diario de Juárez (Digital).

abril 15, 2009

El cáncer se curaba con Noni, ahora se cura con Mangostán

Paren las rotativas, detengan el programa, preparen el premio Nobel de medicina que la noticia de última hora ha llegado:

¡El cáncer se cura con MANGOSTAN!

Bueno, quizás no es para tanto, se trata simplemente del producto milagroso del momento; un jugo  de la fruta asiática mangostán, comercializado en forma de multinivel por la compañía XanGo, LLC, con sede en Utah, USA.

Hace apenas unos días leía en la bitácora Un Papá Escéptico la entrada acerca del mito de los jugos milagrosos, especialmente dedicado al Jugo Noni y similares, dicha entrada, altamente recomendada por cierto, me dejo con mal sabor de boca pero no paso de ahí, hasta que recibí un correo electrónico en forma de cadena, el cual reproduzco solo la parte inicial:

Dr. Luis Fernando Araiza Soto
MEDICINA BIOLOGICA-HOMOTOXICOLOGIA
POSTGRADUATE
THE BRITHISH INSTITUTE OF ALTERNATIVE MEDICINE
REGISTRATION No 2546921, LONDON ENGLAND
TEL. 01(33) 36-84-50-36 FAX. 01(33) 36-84-27-82
Av.DE LOS LEONES #121
CD. BUGAMBILIAS ZAPOPAN,JAL. C.P 45238


Es valiosa esta información, igual, algunos no lo van aplicar, pero es mejor que la conozcan:

Años después de estar diciendo a la gente que la quimioterapia es la única manera de tratar y eliminar el cáncer, John Hopkins Hospital finalmente comenzó a decirnos que hay otra alternativa.

CANCER POR JOHN HOPKINS HOSPITAL
1) Cada persona posee células cancerígenas en el cuerpo. Estas células cancerígenas no aparecen en los pruebas standard hasta que se multiplican en algunos billones. Cuando los doctores dicen a sus pacientes con cáncer que ya no encontraron células de cáncer en sus cuerpos después de tratamiento, esto significa que los exámenes no pueden detectar estas células en su tamaño detectable.

2) Las células cancerígenas aparecen entre 6 y hasta más de 10 veces en la vida de una persona.

3) Cuando el sistema inmunológico de una persona es fuerte, este destruye las células cancerígenas y previene su multiplicación y la formación de tumores.

4) Cuando una persona tiene cáncer, esto indica que tiene múltiples deficiencias nutricionales. Esto puede ser genético, ambiental, alimenticio o factores del estilo de vida.

5) Una forma de combatir la múltiple deficiencia nutricional, es cambiando la dieta e incluir suplementos alimenticios que refuercen el sistema inmunológico.

6) La quimioterapia consiste en envenenar células cancerígenas de rápido crecimiento, pero esto implica que se envenenan también células sanas de rápido crecimiento en la médula ósea, tracto intestinal, etc., y pueda causar daño a órganos como el hígado, riñones, corazón, pulmones, etc..

7) La radioterapia mientras destruye células cancerígenas, quema, deja cicatrices y daña células sanas, tejido y órganos.

8) Los tratamientos iniciales con quimioterapia y radioterapia frecuentemente reducen el tamaño de los tumores. Sin embargo, el uso prolongado de quimioterapia y radiación resulta en no más destrucción de tumores.

9) Cuando el organismo se llena de demasiada carga tóxica proveniente de quimioterapia y radiación, el sistema inmunológico se ve comprometido o se destruye, por lo tanto la persona puede sucumbir a diferentes tipos de infecciones y complicaciones.

10) La quimioterapia y la radiación, pueden causar que las células cancerígenas muten y se vuelvan resistentes y su destrucción se dificulte. La cirugía puede también causar que las células cancerígenas se propaguen a otros sitios.

11) Una manera de combatir el cáncer, es dejar que las células cancerígenas se mueran de hambre, al no ser alimentadas con comida que necesitan para su multiplicación.


El correo es bastante extenso, básicamente habla del poder curativo del amor y el perdón y de la ingesta de alimentos sanos y naturales, el mismo rollo de siempre de la bendita sabiduría de la madre naturaleza, representada por la medicina alternativa contra de la malvada medicina oficial.

Pero vamos, una cosa es que te traten de estafar con la venta de jugos a $ 37.00 dólares la botella y otra el insinuarte que dejes tu tratamiento contra el cáncer porque la quimioterapia y la radioterapia no sirven, y esto lo avala ni más ni menos que el John Hopkins Hospital.

 Claro que cuando buscas las referencias en el sitio del Johns Hopkins Hospital (que no es lo mismo que John Hopkins Hospital) no encuentras nada de dicho estudio.

En cambio cuando buscas las referencias del Dr. Luis Fernando Araiza Soto, la primera entrada te lleva directamente a la página de la Asociación Mexicana de Médicos e Investigadores del Mangostán (AMMIM), que no es más que una fachada de ventas multinivel para promover “desinteresadamente” las bondades del Mangostán.

Para un ojo escéptico medio entrenado bastaría con el segundo párrafo del correo, la descripción de la especialidad del Dr. Araiza MEDICINA BIOLOGICA-HOMOTOXICOLOGIA”.

La llamada Homotoxicologia es una rama de la llamada medicina alternativa, con fundamentos o debería decir pseudo fundamentos en la HOMEOPATIA, y esto lo explicaría todo.

Pero excavemos un poco para ver que encontramos de la milagrosa fruta del Mangostán.

De las numerosas evidencias mencionadas en la página del AMMIM, la gran mayoría son anecdóticas, yo mismo puedo dejar una referencia de mi experiencia con el jugo, siempre y cuando esta sea positiva claro, que para eso sirve la moderación de comentarios.

El componente milagroso son los XANTONES, elementos valiosos por su capacidad absorbente de oxidantes de la sangre, y como supuestamente los antioxidantes son los mejores combatientes contra las células cancerígenas, y el jugo del mangostán tiene muchos xantones (antes lo tenían el Jugo Noni), sumen dos más dos y  voilà.

Sin embargo las cosas no son tan simples.

En la página oficial de XanGo existe mucha más información de dicho jugo, pero las bases son las mismas; uno de los principales promotores de la idea de que los antioxidantes lo curan todo es el Dr. Templeman, cuyo libro principal acerca del mangostán, dice que los antioxidantes pueden ser la diferencia entre la vida o la muerte.

 

Sin embargo hay otras voces más críticas que dicen que aunque los antioxidantes son importantes, no lo son para salvar vidas por si solos.

Veamos que dicen las voces autorizadas tanto de la malvada ciencia oficial como de los organismos gubernamentales acerca de los supuestos beneficios del jugo milagroso:

The American Cancer Society profile of mangosteen juice states there is no reliable evidence that mangosteen juice, puree, or bark is effective as a treatment for cancer in humans” .1

“The Mayo Clinic said in October 2005 that "there are no published clinical trials showing evidence that either the fruit or its juice — marketed under the name XanGo juice — is an effective treatment for arthritis, cancer or any other disorder in humans”. 2

“Marketing materials used to promote mangosteen juice claim more than 20 human health benefits, including "anti-inflammatory," "anti-microbial," "anti-fungal," "anti-viral," "anti-cancer," "anti-ulcer," "anti-hepatotoxic," "anti-rhinoviral," and "anti-allergic" effects.[22] Promotional literature for the product cites antioxidants from the inedible rind of the fruit as providing health benefits. None of these claims, however, has scientific proof established by peer-reviewed research and human clinical trials, as discussed below”.3

“In February 2006, the U.C. Berkeley Wellness Newsletter, sponsored by the University of California at Berkeley, said that "Mangosteen marketers make farfetched and unsubstantiated claims for their products." The newsletter notes that "there are no clinical trials, and what happens in a test tube or animal may not occur in a human. Any reported benefits in humans have been anecdotal. No one even knows if the processed fruit juice and capsules retain the potentially beneficial compounds. What’s more, the juice is typically a mix of fruit juices — with an undisclosed amount of mangosteen in it." 4

“On September 20, 2006, the United States Food and Drug Administration (FDA) issued a warning letter to XanGo LLC International in response to the company's promotion of Xango juice as a drug, in violation of the Federal Food, Drug, and Cosmetic Act [21 U.S.C. § 321(g)(1)], by claiming that it could treat and/or cure various diseases.[30] The agency's letter further warned that Xango juice had not been properly tested for safety and efficacy, and as a proposed new drug it could not be legally sold in the US without prior approval of the FDA, and that the company could face enforcement action including seizure and/or injunction of products or suspension of business. Under FDA drug labeling rules, XanGo LLC, as manufacturer, is responsible for satisfying scientific criteria to make health claims on its product labels and all marketing materials. As of September 2008, the case remains open”. 5

Incluso según el Dr. Ronald Prior (US Department of Agriculture Research Service at Tufts University, Boston, Massachusetts) es posible  incrementar los antioxidantes en la sangre en un 15 α 20% por medio de la ingesta de ciertas frutas y vegetales, arriba de ese porcentaje nuestros riñones se encargan de eliminarlos por medio de la orina, así que las cantidades enormes de antioxidantes presentes en el mangostán simplemente nos sirven de diurético.

En otras palabras, los estudios de los organismos de la malvada medicina oficial dicen que se trata de simple jugo a precio de petróleo.

El jugo del mangostán es el antioxidante de moda, el heredero de Noni, Aloe Vera, Ginseng, Ginko Biloba.

De hecho casualmente los fundadores de la marca XanGo, fueron anteriormente altos ejecutivos de la marca rival: Tahitian Noni International, con quienes se enfrascaron en batalla legal por los derechos del concepto, y también casualmente se arreglaron fuera de corte y todo en beneficio de los consumidores…si claro.

Pero dirán ustedes, tanto trabajo para decirnos simplemente que el jugo del mangostán es simple jugo común y corriente, pues no, el trabajo (que no es tanto debo decirlo) se trata más bien de volver a repetir que el simple reenvío de un correo electrónico puede tener consecuencias más que serias para gente necesitada de esperanza.

En el mejor de los casos estaríamos dando nuestro aval en forma de recomendación para un fraude con todas las letras, al fin que cada quien se gasta su dinero como le plazca.

Pero en el peor de los casos, estaríamos jugando a la ruleta rusa, de todos los destinos a donde llegue nuestra cadena, en algún lugar habrá alguien quien crea en ella y la ponga en práctica.

Y nos guste o no, y a pesar de nuestras buenas intenciones, nuestro razonamiento que no llega mas allá de un “por si las dudas” le habrá costado a alguien más que dinero, le costara literalmente la vida.

Mi consejo en cuestión de cadenas: “Ante la duda, mejor abstenerse”.

Juan Carlos Bujanda Benitez

Abril 15, 2007.

 

REFERENCIAS:

XanGo (Wikipedia)

Mangosteen Juice: Yet Another Scam Product

A Friendly Skeptic Looks at Mangosteen

 

1.     Profile of Mangosteen Juice, American Cancer Society, revised June 1, 2005, accessed February 16, 2007

2.     Mangosteen (Xango) juice: Can it help arthritis?, Mayo Clinic, October 3, 2005, accessed February 16, 200.

3.     U.S. Food and Drug Administration warning letter, September 20, 2006

4.     Ask the Experts", U.C. Berkeley Wellness Newsletter, February 2006

5.      FDA Warning letter, September 20, 2006

febrero 10, 2009

El discurso que me gustaría haber dicho.

Recién acabo de oír en Reporte Índigo el discurso de Denise Dresser en el foro “México ante la crisis” organizado por el Senado de México(Jueves 29 de Enero).

Y tienen razón los de Reporte Índigo al titularlo “El discurso que casi todos quisieran decir”, al menos yo si lo quisiera, sobre todo porque tuvo la valentía y desfachatez de decirlo frente α la los principales imputados en su discurso, así’ con nombres y apellidos.

Α menos que me equivoque, eso espero, me extraña sobremanera que no lo hayan reproducido todos los medios de comunicación, aunque pensándolo bien, no resulta tan extraño, al fin y al cabo los medios de comunicación se llevan su parte en el discurso.

Mención aparte merece el hecho de que ni Manlio Fabio Beltrones ni Carlos Navarrete se atrevieron a aplaudir de pie como el resto de la concurrencia.

Así que no me quiero quedar con las ganas de ayudar a compartir este excelente discurso, cuyo texto integro se reproduce a continuación.

¡Gracias Denise!

México es un país privilegiado.

Tiene una ubicación geográfica extraordinaria y cuenta con grandes riquezas naturales. Está poblado por millones de personas talentosas y trabajadoras.

Pero a pesar de ello, la pregunta perenne sigue siendo: ¿por qué no crece a la velocidad que podría y debería? ¿Por qué seguimos discutiendo este tema año tras año, foro tras foro?

Aventuro algunas respuestas, y les pediría que me acompañaran en un ejercicio intelectual, recordando aquel famoso libro de Madame Calderón de la Barca llamado "La vida en México", escrito en el siglo XVII, en el cual intenta describir las principales características del país.

Si Madame Calderón de la Barca escribiera su famoso libro hoy, tendría que cambiarle el título a "Oligopolilandia". Porque desde el primer momento en el que pisara el país, se enfrentaría a los síntomas de una economía política disfuncional, con problemas que la crisis tan solo agrava.

Aterrizaría en uno de los aeropuertos más caros del mundo; se vería asediada por maleteros que controlan el servicio; tomaría un taxi de una compañía que se ha autodecretado un aumento de 30 por ciento en las tarifas, y si tuviera que cargar gasolina, lo haría sólo en Pemex.

En el hotel habría 75 por ciento de probabilidades de que consumiera una tortilla vendida por un solo distribuidor, y si se enfermara del estómago y necesitara ir a una farmacia, descubriría que las medicinas allí cuestan más que en otros lugares que ha visitado.

Si le hablara de larga distancia a su esposo para quejarse de esta situación, pagaría una de las tarifas más elevadas de la OCDE. Y si prendiera la televisión para distraerse ante el mal rato, descubriría que sólo existen dos cadenas.

 Para entender la situación en la que se encuentra, tendría que recordar lo que dijo Guillermo Ortiz hace unos días: no hemos creado las condiciones para que los recursos se usen de manera eficiente; o tendría que leer el libro "Good Capitalism/Bad Capitalism", que explica por qué algunos países prosperan y otros se estancan; por qué algunos países promueven la equidad y otros no logran asegurarla.

La respuesta se encuentra en la mezcla correcta de Estado y mercado, de regulación e innovación. La clave del éxito -o el fracaso- se halla en el modelo económico: en la decisión de promover el capitalismo de Estado o el capitalismo oligárquico o el capitalismo de las grandes empresas o el capitalismo democrático.

Hoy México es un ejemplo clásico de lo que el Nobel de Economía Joseph Stiglitz denomina “Crony capitalism”: el capitalismo de cuates, el capitalismo de cómplices, el capitalismo que no se basa en la competencia sino en su obstaculización.

Ese andamiaje de privilegios y "posiciones dominantes" y nudos sindicales en sectores cruciales -telecomunicaciones, servicios financieros, transporte, energía- que aprisiona a la economía y la vuelve ineficiente. Una mezcla de capitalismo de Estado y capitalismo oligárquico.

Hoy, México -inmerso en la crisis- está aún lejos de acceder al capitalismo dinámico donde el Estado no protege privilegios, defiende cotos, elige ganadores y permite la perpetuación de un pequeño grupo de oligarcas con el poder para vetar reformas que los perjudican.

Al capitalismo en el cual las autoridades crean condiciones para los mercados abiertos, competitivos, innovadores, que proveen mejores productos a precios más baratos para los consumidores. Para los ciudadanos.

Hoy, México carga con los resultados de esfuerzos fallidos por modernizar su economía durante los últimos 20 años.

Las reformas de los 80 y 90 entrañaron la privatización, la liberalización comercial.

Pero esas reformas no produjeron una economía de mercado dinámica debido a la ausencia de una regulación gubernamental eficaz, capaz de crear mercados funcionales, competitivos.

En vez de transparencia y reglas claras, prevalecían la discrecionalidad entre los empresarios que se beneficiaron de las privatizaciones y los funcionarios del gobierno encargados de regularlos.

Las declaraciones de Agustín Carstens el martes pasado, en torno a la necesidad de combatir los monopolios en telefonía, son bienvenidas. Lamentablemente, se dan 18 años tarde. Y allí están los resultados de reformas quizás bien intencionadas, pero mal instrumentadas: una economía que no crece lo suficiente, una élite empresarial que no compite lo suficiente, un modelo económico que concentra la riqueza y distribuye mal la que hay.

Hoy, México está atrapado por una red intrincada de privilegios y vetos empresariales y posiciones dominantes en el mercado que inhiben un terreno nivelado de juego.

Una red descrita en el famoso artículo de la economista Anne Kruege: "The Political Economy of the Rent-Seeking Society" ("La Economía Política de la Sociedad Rentista").

Una red que opera a base de favores, concesiones y protección regulatoria que el gobierno ofrece y miembros de la cúpula empresarial exigen como condición para invertir.

¿Quién? Alguien como el dueño de una distribuidora de maíz o el concesionario de una carrera privada o el comprador de un banco rescatado con el Fobaproa o el principal accionista de Telmex o el operador de una Afore.

Estos actores capturan rentas a través de la explotación o manipulación del entorno económico en lugar de generar ganancias legítimas a través de la innovación o la creación de riqueza.

Y los consumidores de México contribuyen a la fortuna de los rentistas cada vez que pagan la cuenta telefónica. La conexión a Internet. La cuota en la carretera. La tortilla con un precio fijo. La comisión de las Afores. La comisión por la tarjeta de crédito. Ejemplo tras ejemplo de rentas extraídas a través de la manipulación de mercado.

Y el rentismo acentúa la desigualdad, produce costos sociales, dilata el desarrollo, disminuye la productividad, aumenta los costos de transacción en una economía que -ante el imperativo de la competitividad- necesita disminuirlos.

Para extraer rentas, los "jugadores dominantes" han erigido altas barreras de entrada a nuevos jugadores, creando así cuellos de botella que inhiben la innovación y, por ende, el aumento de la productividad.

Estos cuellos de botella inhiben el crecimiento de México en un mundo cada vez más globalizado y competitivo, y son una razón clave detrás de la persistente desigualdad social, como lo sugiere el reporte del Banco Mundial sobre México titulado: "Más allá de la polarización social y la captura del Estado".

La concentración de la riqueza y del poder económico entre esos "jugadores dominantes" con frecuencia se traduce en ventajas injustas, captura regulatoria y políticas públicas que favorecen intereses particulares.

Peor aún, convierte a representantes del interés público -muchos de los diputados y senadores sentados aquí- en empleados de los intereses atrincherados. Convierte al gobierno en empleado de las personas más poderosas del país.

Y lleva a las siguientes preguntas: ¿Quién gobierna en México? ¿El Senado o Ricardo Salinas Pliego cuando logra controlar los vericuetos del proceso legislativo? ¿La Secretaría de Comunicaciones y Transportes o Unefon? ¿La Comisión Nacional Bancaria o los bancos que se rehúsan a cumplir con las obligaciones de transparencia que la ley les exige?  ¿La Secretaría de Educación Pública o Elba Esther Gordillo? ¿La Comisión Federal de Competencia o Carlos Slim? ¿Pemex o Carlos Romero Deschamps? ¿Ustedes o una serie de intereses que no logran contener?

Porque ante los vacíos de autoridad, la captura regulatoria y las decisiones de política pública que favorecen a una minoría, la respuesta parece obvia.

México hoy padece lo que algunos llaman "Estados dentro del Estado", o lo que otros denominan "una economía sin un gobierno capaz de regularla de manera eficaz". Eso -y no la caída de la producción petrolera- es lo que condena a México al subdesempeño crónico.

Una y otra vez, el debate sobre cómo promover el crecimiento, cómo fomentar la inversión y cómo generar el empleo se encuentra fuera de foco.

El gobierno cree que para lograr estos objetivos, basta con tenderle la mano al sector privado para que invierta bajo cualquier condición. Y el sector privado, por su parte, piensa que la panacea es que se le permita participar en el sector petrolero, por dar un ejemplo.

Pero ésa es sólo una solución parcial a un problema más profundo. El meollo detrás de la mediocridad de México se encuentra en su estructura económica y en las reglas del juego que la apuntalan.

Una estructura demasiado top heavy o pesada en la punta de la pirámide; una estructura oligopolizada donde unos cuantos se dedican a la extracción de rentas; una estructura de complicidades y colusiones que el gobierno permite y de la cual también se beneficia.

Claro, muchos de los miembros del gobierno de Felipe Calderón, y muchos de los presentes en este foro, hablarán de crecimiento como una prioridad central.

Pero más bien lo perciben como una variable residual. Más bien parecería que buscan -y duele como ciudadana reconocerlo- asegurar un grado mínimo de avance para mantener la paz social, pero sin alterar la correlación de fuerzas existente. Sin cambiar la estructura económica de una manera fundamental.  

Y el problema surge cuando ese modelo comienza a generar monstruos; cuando ese apoyo gubernamental a ciertas produce monopolios, duopolios y oligopolios que ya no pueden ser controlados; cuando las "criaturas del Estado" -como las llama Moisés Naim- amenazan con devorarlo.

Sólo así se entiende la devolución gubernamental de 550 millones de dólares a Ricardo Salinas Pliego, por intereses supuestamente mal cobrados, un día antes del fin del sexenio de Vicente Fox.

Sólo así se entiende el comunicado lamentable de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hace un año celebrando la alianza entre Telemundo y Televisa, cuando en realidad revela una claudicación gubernamental ante la posibilidad de una tercera cadena.

Sólo así se comprende que nadie levante un dedo para sancionar a TV Azteca cuando viola la ley al rehusarse a transmitir los spots del IFE o se apropia del Cerro del Chiquihuite.

Sólo así se entiende la aprobación de la llamada "Ley Televisa" por la Cámara de Diputados y la de Senadores en 2006.

Sólo así se entiende la posposición ad infinitum en el Senado de una nueva ley de medios para promover la competencia en el sector.

Sólo así se comprende que la reforma de Pemex deje sin tocar el asunto del sindicato.

Sólo así se entiende la posibilidad de dar entrada a Carlos Slim a la televisión sin obligarlo a cumplir con las condiciones de su concesión original.

Síntomas de un gobierno ineficaz. Señales de un gobierno doblegado. Muestras de un gobierno coludido.

Con efectos cada vez más onerosos y cada vez más obvios que la crisis pone en evidencia, porque no logramos reformarnos a tiempo.

Mucha riqueza, pocos beneficiarios. Crecimiento estancado, país aletargado. Intereses atrincherados, reformas diluidas. Poca competencia, baja competitividad. Poder concentrado, democracia puesta en jaque. Un gobierno que en lugar de domesticar a las criaturas que ha concebido, ahora vive aterrorizado por ellas.

¿Cuáles son las consecuencias del mal capitalismo mexicano? Donde las élites tradicionales son fuertes, la gobernabilidad democrática es poco eficaz, los partidos políticos tienden a ser minimalistas.

En México, el incrementalismo de la política pública puede ser atribuido a élites tradicionales que usan su poder para bloquear reformas que afectan sus intereses, o asegurar iniciativas que protejan su situación privilegiada.

Si ustedes verdaderamente quieren que México crezca, tendrán que crear la capacidad de regular y reformar en nombre del interés público.

Tendrán que mandar señales inequívocas de cómo van a desactivar esos "centros de veto" que están bloqueando el crecimiento económico y la consolidación democrática: Los monopolistas abusivos, los sindicatos rapaces, las televisoras chantajistas, los empresarios privilegiados y sus aliados en el gobierno.

Si ustedes verdaderamente quieren que México prospere, tendrán que tomar decisiones que desaten el dinamismo económico, que fortalezcan la capacidad regulatoria del Estado y contribuyan a construir mercados, que promuevan la competencia y, gracias a ello, aumenten la competitividad.

En pocas palabras, usar la capacidad del Estado para contener a aquellos con más poder en el gobierno, con más peso que el electorado, con más intereses que el interés público.

¿Qué hacer? Los conmino a leer textos tan influyentes como "The Growth Report" y "The Power of Productivity".

A estar conscientes de lo que todo país interesado en crecer y competir debe hacer para lograrlo.

A saber que ello requiere una economía capaz de producir bienes y servicio de tal manera que los trabajadores puedan ganar más y más.

A entender que ello se basa en la expansión raída del conocimiento y la innovación; en nuevas formas de hacer las cosas y mejorarlas; en técnicas que aumentan la productividad de manera constante.

A reconocer que las economías dinámicas suelen ser aquellas capaces de promover la competencia y reducir las barreras de entrada a nuevos jugadores en el mercado.

A entender que esa tarea del gobierno -a través de lar regulación adecuada- crear un entorno en el cual las empresas se vean presionadas por sus competidores para innovar y reducir precios, y pasar esos beneficios a los consumidores.

A comprender que si eso no ocurre, nadie tiene incentivos para innovar. En lugar de ser motores de crecimiento, las empresas protegidas y/o monopólicas terminan estrangulándolo.

En pocas palabras, la competitividad -factor indispensable para atraer la inversión y con ella remontar la crisis, como sugería Sanguinetti- Está vinculada a la competencia.

El crecimiento económico está ligado a la competencia. La innovación y, por ende, el dinamismo y la creación de empleos se desprenden de la competencia.

La inversión que se canaliza hacia nuevos mercados y nuevas oportunidades es producto de la competencia. No es una condición suficiente pero sí es una condición necesaria. No bastará por sí misma para desatar el crecimiento, pero sin ella jamás ocurrirá, por más dinero público que se inyecte a la economía mediante políticas contracíclicas.

Y, ¿cómo empezar a empujar eso? Con una tercera cadena de televisión; con el fomento de la competencia en banda ancha a través de la red de la Comisión Federal de Electricidad; con el fortalecimiento de los órganos regulatorios, con la sanción a quienes violen los términos de su concesión; con la reacción de mercados funcionales, como ya se logró con las aerolíneas de bajo costo; con medidas que se empiecen a desmantelar cuellos de botella y a domesticar a esas "criaturas del Estado".

Tiene que ver con la inauguración de un nuevo tipo de relación entre el Estado, el mercado y la sociedad.

Porque si la clase política de este país no logra construir los cimientos del capitalismo democrático, condenará a México al subdesempeño crónico. Lo condenará a seguir siendo un terreno fértil para los movimientos populares contra las instituciones; un país que cojea permanentemente debido a las instituciones políticas que no logra remodelar; los monopolios públicos y privados que no logra desmantelar; las estructuras corporativas que no logra democratizar.

Será lo que Felipe Calderón llama "un país de ganadores" donde siempre ganan los mismos.

Un lugar donde muchas de las grandes fortunas empresariales se construyen a partir de la protección política, y no de la innovación empresarial.

Un lugar donde el crecimiento de los últimos años ha sido menor que en el resto de América Latina debido a los cuellos de botella que los oligopolios han diseñado, y que sus amigos en el gobierno les ayudan a defender.

Un lugar donde las penurias que Madame Calderón de la Barca enfrentó con los aeropuertos, los maleteros, los taxis, las gasolineras, la telefonía y la televisión son las mismas que padecen millones de mexicanos más.

Ese consumidor sin voz, sin alternativa, sin protección. Ese hombre invisible. Esa mujer sin rostro.

Esa persona que paga -mes tras mes- tarifas telefónicas más altas que en casi cualquier parte del mundo.

Esa compañía que paga -mes con mes- servicios de telecomunicaciones que elevan sus gastos de operación y reducen sus ganancias.

Miles de personas con comisiones por servicios financieros que no logran entender, con cobros inusitados que nadie puede explicar, parados en la cola de los bancos. Allí varados. Allí desprotegidos. Allí sin opciones. Allí afuera.

Víctimas de un sistema económico disfuncional, institucionalizado por una clase política que aplaude la aprobación de reformas que no atacan el corazón del problema.

Presidentes, secretarios de Estado, diputados, senadores y empresarios que celebran el consenso para no cambiar.

Aunque se agradece que este foro finalmente acepte la magnitud de la crisis, si de aquí no surgen medidas concretas para mirar más allá de la coyuntura, revelará nuevamente nuestra incapacidad para encarar honestamente los problemas que México viene arrastrando desde hace décadas.

Revelará la propensión de los sentados aquí a proponer reformas aisladas, a anunciar medidas cortoplacistas, a eludir las distorsiones del sistema económico, a instrumentar políticas públicas a pedacitos, para llegar a acuerdos que sólo perpetuán el statu quo.

Mientras tanto, la realidad acecha a golpes de 327 mil despedidos, crecimiento negativo, el lugar 60 de 134 en el índice Global de Competitividad y una nación que dice reformarse mientras evita hacerlo.

México no crece por la forma en la cual se usa y se ejerce y se comparte el poder. Ni más ni menos.

Por las reglas discrecionales y politizadas que rigen a la república mafiosa, a la economía "de cuates".

Por la supervivencia de las estructuras corporativas que el gobierno creó y sigue financiando.

Por un modelo económico que canaliza las rentas del petróleo a demasiadas clientelas.

Por un sistema político que funciona muy bien para sus partidos pero muy mal para sus ciudadanos. Un sistema de "extracción sin representación".

Creando así un país poblado por personas obligadas a diluir la esperanza; a encoger las expectativas; a cruzar la frontera al paso de 400 mil personas al año en busca de la movilidad social que no encuentran aquí; a vivir con la palma extendida esperando la próxima dádiva del próximo político; a marchar en las calles porque piensan que nadie en el gobierno los escucha; a desconfiar de las instituciones; a presenciar la muerte común de los sueños porque México no avanza a la velocidad que podría y debería.

Denise Dresser

febrero 02, 2009

Entre gitanos no se leen la suerte.

Dice Monseñor Christopher Pierre, nuncio apostólico de México, que hay que "luchar con todos los medios posibles contra la violencia, ya que es como un cáncer dentro de la sociedad".

Sin embargo es claro y enfático al decir que "la Iglesia no va a utilizar la excomunión como un instrumento para arreglar problemas de la sociedad".

Como quien dice: ¡estamos jodidos todos ustedes!

Estoy de acuerdo en que la sola amenaza de excomunión no serviría de disuasivo contra la violencia, esto a pesar de que muchos delincuentes son católicos convencidos.

Pero sorprende el grado de cinismo de parte de la iglesia católica quien no duda en tomar partido cuando de proteger sus intereses se trata.

Para ellos, los mexicanos somos todos católicos y miembros de una gran comunidad religiosa, si, pero los problemas de violencia no son de su reino, ya que este es de otro mundo.

¿Sera acaso que los cientos de casos de sacerdotes pederastas pertenecen también a problemas de la sociedad, así en abstracto, donde la iglesia no puede hacer nada?

Los delitos como narcotráfico, secuestro, extorsiones, robos, asesinatos y demás, son problema de valores, según Pierre, en cambio los casos de curas pederastas son cuestiones que solo atañen a la iglesia y a su infinita capacidad de perdón.

Si al menos fueran congruentes y dejaran de condenar situaciones que solo corresponden a decisiones estrictamente personales como es el caso del aborto o las preferencias sexuales.

Pero no; es que hay de pecados a pecados, al fin y al cabo los homosexuales y las lesbianas; o las madres que deciden abortar no son financieramente atractivas como para que la iglesia se haga de la vista gorda.

¿O cuando se ha escuchado que algún homosexual famoso haya donado dinero para la nueva capilla del pueblo?

Menos lo ha hecho alguna madre abortista que no tiene dinero ni para practicarse un aborto decente.

La excomunión es cosa seria y solo reservada contra pecados graves como negar la divinidad de Cristo o la infalibilidad del papa.

En cambio cortar cabezas, violar niños, estafar ancianos creyentes, esclavizar monjas, usar las limosnas para pagarse lujos, solo son "pecatas minutas", o en el peor de los casos "problemas de la sociedad" que merecen toda la compresión y el perdón de los santos varones de la iglesia católica; eufemismos para no decir indiferencia y complicidad.

¿Dije que me sorprendía el grado de cinismo de la iglesia?

No, en realidad no es ninguna sorpresa.

Juan Carlos Bujanda Benitez

Febrero 2, 2009.

enero 15, 2009

La rebelión del Atlas fronterizo

Los primeros en cerrar fueron los yonkeros, al fin y al cabo quien los necesita, α menos que se descomponga tu auto, claro está.

Después siguieron las refaccionarias y por consecuencia con ellos desaparecieron muchos talleres mecánicos.

Durante el 2008 cerraron más de ochenta restauranteros, eso sin contar con cientos de pequeñas fondas y cafeterías.

Cerraron papelerías, farmacias, casas de cambio, lotes de autos usados, salones de belleza, peluquerías, madererías, tiendas de ropa y comercio en general y también cientos de tienditas detallistas de barrio.

Cd. Juárez es una ciudad de tamaño mediano a grande con sus casi dos millones de habitantes, los cambios no se notan inmediatamente pero el abandono de comercios ya es difícil de ocultar, por todos lados se ven los letreros de "se vende", "traspaso negocio", "cerrado", pero ninguno de "se compra".


Α este ritmo nos vamos a convertir en una ciudad fantasma.

La palabra que seguramente surge en la mente de quienes lean esto, será "crisis económica".

Pero el diagnostico será errado, si algo sabemos hacer en esta sufrida y dinámica ciudad fronteriza es ser productivos y remontar crisis tras crisis y casi siempre con éxito.

Es cierto que el actual problema económico es de mayor dificultad que otros años, pero sé que no es más grande que nuestras ganas de trabajar.

Pero no, no es crisis, la palabra correcta es "miedo".

Los negocios en Juárez solían abrir casi a la misma velocidad de los que cerraban…hasta ahora.

Pero los empresarios y comerciantes no nacen a la misma velocidad con que son asesinados, secuestrados, extorsionados, amputados física y mentalmente para seguir adelante.

En "La rebelión de Atlas"; la obra magistral de Ayn Rand, se relata el éxodo gradual y colectivo de los dueños del capital, los que producen los bienes materiales fruto del esfuerzo y las ideas de su mente.

En este aleccionador relato, la causa del éxodo empresarial no es el miedo, sino el afán del gobierno por eliminar el individualismo y hacer de la riqueza un bien colectivo, sin importar quien lo haya hecho posible.

En Juárez, Tijuana, Tamaulipas, Reynosa, Michoacán, Monterrey y quizás en todo México no son solo nuestros bienes materiales los que están en riesgo, esos los hemos perdido ya varias veces, está en riesgo algo más valioso, el valor supremo que da sentido a todos los demás valores: la vida.

No sé si será prudencia o cobardía lo que nos impide tomar la ley en nuestras propias manos, y no es el objetivo de este articulo el descubrirlo.

El objetivo es llamar la atención de quien sea necesario ante el hecho de que se está literalmente matando a la "gallina de los huevos de oro".

Los que se están autoexiliando para resguardar su integridad y la de su familia, se están llevando con ellos no solamente su capital, sino también sus ideas y capacidad productiva para crear riqueza, empleos y prosperidad.

Esta capacidad no se perderá, pero la perderá México y la ganara Estados Unidos y Canadá, y en menor medida las ciudades mexicanas donde el estado de derecho aun este garantizado.

Se van los que pueden hacerlo mientras aun les queden recursos y vida, los demás, la mayoría, los que necesitamos de ellos, nos quedaremos porque no tenemos otra alternativa.

Nos quedaremos a ver cómo se va quedando la ciudad en ruinas, a repartirnos los despojos, a jugar a la ruleta rusa.

La pregunta no es si a mí también me pasara, la pregunta es ¿cuándo?

Los que nos agreden y se agreden entre ellos mismos no se han dado cuenta que una ciudad así no le sirve a nadie, ¿Quién va a comprar sus mercancías? ¿Quién les alimentara o los hará pasar desapercibidos? ¿Dónde gastaran su dinero?

Y los que podían y creo que aun pueden ponerle remedio a la impunidad y restablecer de nuevo el imperio de la ley, están durmiendo el sueño de los justos.

Estamos atrapados entre dos fuegos, o más bien en medio de fuego cruzado; por un lado dos o más bandas luchando por el control de la plaza y quienes pierden de vista que su negocio es vender su producto, no la violencia, y que ninguno gana si se matan entre ellos.

Por otro lado el fuego "amigo" de quienes se supone debían protegernos, pero han cambiado de patrones y nunca se dieron cuenta cuando perdieron el control y pasaron de ser protectores a esclavos.

Y por otro frente el fuego más dañino, el más ofensivo, el origen de todos los demás males, el fuego de la indiferencia de nuestros representantes en el congreso.

Ellos están demasiado ocupados viajando y creando consensos para aumentarse el sueldo o buscándole nuevo nombre a su franquicia.

Ellos, los más grandes delincuentes, los que tienen el poder para cambiar las cosas, ellos viven en otro mundo y no le rinden cuentas a nadie más que a sí mismos.

El robo de autos tiene muchos riesgos, el ladrón de bancos a veces es atrapado o se lleva muy poco botín, el asesino frecuentemente es asesinado, el violador es violado, el narco pierde su mercancía y su territorio; todo esto es crimen a secas.

En cambio el que diariamente se comete en San Lázaro, el que no tiene riesgo, el que todo es ganancia, el que no te exige educarte, ni decir la verdad, el que no te hace mover un dedo y te permite mentir descaradamente, ese si es crimen organizado, lo demás son solo intentos de principiantes.

Lástima que no todos podamos ser diputados.

Y termino porque me voy a hacer las maletas…ojala!

Juan Carlos Bujanda Benitez

Enero 15, 2009

Creative Commons License

Creative Commons License
Creative Commons License  Bitacoras.com Círculo Escéptico Red de blogs Ateos