“Si va a venir este hombre a asesinarme, que me asesine enfrente para vergüenza del gobierno”
Marisela Escobedo Ortiz.
Dicen que el hubiera no existe, para Marisela Escobedo Ortiz ya no existe ni el hubiera, ni el habrá, ni ninguna otra palabra, está muerta, asesinada con la complacencia del gobierno del estado de Chihuahua.
Pero si el gobernador Cesar Duarte HUBIERA hecho lo que ahora pretende hacer, quizás Marisela aun viviría.
El gobernador ha dado instrucciones al Supremo Tribunal de Justicia del Estado para suspender de sus funciones a los jueces que absolvieron al asesino confeso (Sergio Rafael Barraza Bocanegra) de la hija de Marisela (Rubí Marisol Frayre).
Dejando de lado la invasión del ejecutivo a un poder que se supone es independiente como lo es el poder Judicial, hay algo que me llama mucho la atención.
Marisela tenía meses haciendo manifestaciones públicas y privadas para que se revisara el caso del juicio del asesino de su hija, no era este el primer plantón que hacia fuera del palacio de gobierno en Chihuahua.
Entonces ¿Qué cambio en la situación para que ahora sí, el propio gobernador interviniera, pidiendo suspender a los jueces y revisar el caso?
El único cambio fue el asesinato de Marisela, los hechos y los personajes del caso juzgado son los mismos, la única diferencia es la indignación pública por la muerte inútil de Marisela.
No soy adivino, pero no hace falta serlo para darse cuenta que si el gobernador hubiera hecho esto que ahora hace, Marisela aun seguiría con vida, puesto que es precisamente este tipo de acciones lo que ella pedía.
¿Por qué hasta ahora señor gobernador?
¿Por qué hace falta que haya una segunda muerte de por medio y por consiguiente la indignación popular?
¿Es acaso que la clave es precisamente la palabra popular?
¡Y ahora resulta que para los medios usted es el único que está haciendo algo! Cuando tuvo en sus manos la vida de Marisela.
No quiero ser injusto cargándole toda la culpa a usted, la mayor parte de la responsabilidad la tiene su antecesor el ex gobernador José Reyes Baeza y con el todo el sistema de impartición de justicia del estado.
¡PERO USTED TUVO LA VIDA DE MARISELA EN SUS MANOS Y NO HIZO NADA!
No nos salga ahora con que usted es un héroe al que le interesa que se haga, ahora sí, justicia.
No, a usted no le interesa la justicia, le interesa el ruido mediático que ha atraído el asesinato de Marisela, ella estuvo nueve días afuera del palacio de gobierno, estuvo a solo unos metros de donde usted dice que trabaja por el bienestar de los chihuahuenses.
Es probable que incluso haya podido escuchar las detonaciones que pusieron fin a la vida miserable de Marisela, que sin embargo no merecía morir.
Pero el ruido que hace una detonación de arma de fuego no es suficiente para hacerlo reaccionar, hace falta más ruido, el ruido de los flashes y de la opinión pública de una sociedad ofendida por su pasividad.
¿Ahora si la escucha verdad?, ¿ahora si está interesado verdad?
Demasiado tarde para Marisela.
¿Justicia para la nieta?
¿Justicia para quien tuvo que perder a su madre y a su abuela para que la principal autoridad del estado se dignara voltear a verlos?
Demasiado caro para llamarle justicia.
Sí, me gustaría ver al asesino de Marisela y al de su hija en la cárcel, pero también me gustaría ver en el banquillo de los acusados a los culpables de indolencia.
Como esto no será posible solo nos queda el consuelo de la imaginación y la indignación pública.
¿Cesar Duarte un héroe?
No mamen, culpable por omisión.
Juan Carlos Bujanda Benítez
Diciembre 18, 2010.
2 comentarios:
Así es, y el caso es no más un ejemplo de cómo opera la justicia en todo el país.
EN ESTE CASO ES COMO OPERA LA JUSTICIA QUI EN CHIHUAHUA CHIH.
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