Me llego un correo electrónico de un artículo atribuido a Francisco Martin Moreno, escritor al que respeto mucho, pero del cual difiero (que raro) en este caso con el autor.
El mensaje tal cual y mi respuesta debajo:
“EN ESTADOS UNIDOS, EL MERCADO DE ENERVANTES MÁS CODICIADO DE LA TIERRA, NO HAY NARCOS DESTACADOS, CUYOS NOMBRES DEBEN YA FORMAR PARTE DE LA LEYENDA CRIMINAL DE SU PAÍS?
Lic.Francisco Martín Moreno
¿Conoce usted el nombre de un sólo capo norteamericano de nuestros tiempos? Por supuesto no me refiero a los famosos "gangsters" de los años de la prohibición alcohólica en Estados Unidos como sin duda los fueron Capone, Dillinger y Frank Nitti entre otros tantos personajes del bajo mundo que encontraron en nuestros vecinos del norte el caldo de cultivo necesario para desarrollarse hasta alcanzar "prestigio" internacional... Nosotros conocíamos a García Abrego, a Caro Quintero, al Güero Palma, al Señor de los Cielos, a los hermanos Arellano, entre otros líderes de nuestra hampa tercermundista. Pero, insisto, ¿y en EU, el mercado de enervantes más codiciado y grande de la Tierra, no hay narcos destacados, cuyos nombres deben ya formar parte, a mucha honra, de la leyenda criminal de su país pues trafican con drogas con un valor superior a los 500 mil millones de dólares? ¿Ningún apellido destaca por su eficiencia y popularidad o simplemente porque ya no hay narcotraficantes para vergüenza de la larga tradición criminal norteamericana?¡Ya sé! En Estados Unidos las drogas se trafican "solitas". Los enervantes son dejados en las fronteras norteamericanas por "camellos" mexicanos o latinos y llegan "solitos", como por arte de magia, a las manos de los consumidores. Del total de la mariguana que se consume en dicho país, por ejemplo, 35% es producido en Texas, Arizona y California sin que jamás se localice un sembradío, se incineren los enervantes de cara al público, se recluya a los responsables en una prisión federal y se rematen y adjudiquen sus propiedades al mejor postor. Sucede que la mariguana se siembra solita, se corta solita, se distribuye solita y el dinero obtenido se lava solito... ¿No es una verdadera maravilla? Nunca escuchamos que se aseste un rudo golpe al narcotráfico en EU tal y como se asesta, sin duda, en México, en forma por demás recurrente. Nunca vemos fotografías de capos norteamericanos arrestados y enfundados en sus chamarras azules del FBI con las manos y pies esposados, chalecos y cascos antibala, además de una numerosa escolta policiaca para evitar cualquier atentado en contra de su vida que impidiera la relación de la identidad de sus socios y movimientos...en México ó Colombia, la captura de los "famosos" capos ocupa las primeras planas de los diarios de la República, además de generosos espacios radiofónicos y televisivos. Nosotros difundimos masivamente la incineración de estupefacientes tan pronto son localizados. Se publican las fotos de los heroicos soldados caídos combatiendo a maleantes. Conocemos las fotografías de los ex procuradores estatales masacrados a tiros en las puertas de sus domicilios cuando ya se dedicaban al ejercicio del magisterio después de combatir a hampones. Se hace del conocimiento público las múltiples y ostentosas propiedades embargadas a los narcos. Es evidente el esfuerzo mexicano por ganar esta batalla en contra de la producción y venta de enervantes, sólo que la batalla difícilmente la ganaremos si en Estados Unidos se venden impunemente 500 mil millones de dólares de narcóticos en las calles sin que nadie vea ni sepa ni oiga nada, absolutamente nada, puesto que nuestros vecinos "puritanos" nunca atrapan a un capo ni se publica por ende su captura en la prensa ni se queman depósitos incautados de estupefacientes ni mueren soldados ni agentes judiciales ni jueces ni procuradores ni se rematan propiedades ni se revelan los nombres de las autoridades implicadas en el narcotráfico. Nada, no se sabe nada...¿Por qué no se sabe? Muy sencillo: porque una parte insospechable de autoridades ejecutivas, legislativas y judiciales federales y estatales norteamericanas está en la nómina de los capos. Si nada se hace y nada se sabe es porque desde secretarios de Estado para abajo (sálvese el que pueda), gobernadores, legisladores, senadores especialmente jueces, periodistas, policías de toda índole, agentes del FBI y de la DEA y hasta la famosa y no menos temida Patrulla Fronteriza, todos podrían estar profundamente involucrados con los narcotraficantes realizando jugosos negocios tal y como lo hicieron ya en los años de la prohibición. No hay nada nuevo bajo el sol. Menos lo va a haber ahora cuando un grupo de maleantes goza de más poder que el Estado mismo. Nunca en la historia de la humanidad una pandilla de delincuentes había tenido tanto dinero como para poder comprar autoridades, periodistas y países enteros si así lo decidieran. Todo ello gracias a que EU pone los dólares para que esto sea posible. ¿Qué prefieren los capos a cambio de la heroína: mexican pesos or american dollars? Está clarísimo, ¿no? ¿Cuál soberanía de un Estado cuando a un capo no se le puede juzgar en su país de origen porque puede desestabilizarlo con consecuencias funestas para miles de personas. ¿No estamos frente a un novedoso fenómeno de poder en manos de un solo individuo?¿Dónde están los capos norteamericanos? ¿Por qué no se inicia la persecución en EU de los grandes narcotraficantes , porque ni los consumidores , ni las autoridades , ni los narcos , ni la prensa quieren que se sepa quiénes son. A todos les conviene el negocio”.
Mi respuesta:
Interesante, como todo lo de Francisco Martin Moreno, pero sesgado y algo falaz.
De preguntarse donde están los capos de USA, da un salto a declarar que no se conocen porque todas las autoridades están en su nomina!!! Al menos tiene el cuidado de decir “podrían estar”.
Pero la respuesta “puede” ser más sencilla:
La guerra contra las drogas en USA es simulada, ya que allá, dentro de todas sus broncas se respeta mas la libertad de sus ciudadanos, incluso para hacerse daño a sí mismos, es por esto que se persigue menos el consumo, pero en cambio si se persigue con todo el rigor los efectos del mismo, es decir, lo que hagas bajo los influjos de la droga, alcohol, o cualquier estimulante y me refiero a cualquier clase de efecto, incluso si gritas o escuchas música elevada en tu propia casa y eso molesta al vecino, puedes terminar en la cárcel.
No hay caras de capos poderosos porque no hay uno o diez como en México, sino cientos de mini capos que no batallan (relativamente hablando) para revender su droga y reinvertir las ganancias en negocios legítimos que además de pagar impuestos robustecen la economía tanto local como nacional.
500 mil millones de dólares no se pueden esconder bajo el colchón, el gobierno de USA lo sabe y lo aprovecha muy bien. El dinero del narco es fuente de prosperidad de muchas empresas y bancos legítimos y muy conocidos.
Hago énfasis en que en USA la guerra contra las drogas es problema de salud pública, no de seguridad, es por eso que la atención principal se pone combatir los efectos perniciosos del consumo o incluso los efectos inherentes de la inevitable competencia entre carteles.
Delitos como secuestros, asesinatos, robo a mano armada, extorsiones y fraudes se persiguen desde todos los niveles (local, estatal y federal) y tienen penas muy severas.
El mensaje es, “drógate todo lo que quieras, pero si el humo molesta al vecino o incluso a tu familia, caerá sobre ti todo el peso de la ley”.
Eso es libertad, incluso exagerada y no fregaderas.
Repito, la supuesta guerra contra las drogas en USA es una simulación, porque a la vez que se le da publicidad, cada vez más estados se están moviendo a su despenalización, al igual que paso con el alcohol.
En vez de pedirle a USA que sea congruente y haga lo mismo que México, deberíamos ver lo que no dice, pero si hacer e imitarlo:
DESPENALIZAR EL CONSUMO DE LAS DROGAS Y PERSEGUIR CON TODA LA FUERZA DEL ESTADO AL DELINCUENTE COMUN QUE AFECTA DIRECTAMENTE A LOS CIUDADANOS.
En algo tiene razón Francisco Martin Moreno, en USA a todos les conviene el negocio, pero eso no se llama narcotráfico, se llama economía de mercado.
Juan Carlos Bujanda Benítez
Julio 30, 2010.